Si la elección de Donald Trump como máximo mandatario de los Estados Unidos ha sido una sorpresa para todos, los mercados, ellos, parecen haber ya digerido la noticia. Después de la sorpresa inicial, de hecho, el mercado de valores de Estados Unidos reanudó su camino ascendente, con el índice Morningstar US Market TR subiendo un 3,5% desde principios de noviembre, con lo que su rentabilidad, desde el inicio del año sube hasta el 9,6%.
La euforia generada por la victoria del candidato republicano ha beneficiado especialmente al sector salud (Hillary Clinton había hecho algunas declaraciones inquietantes para el sector sugiriendo una disminución en los precios de los medicamentos), a los bienes industriales y a las materias primas básicas (acero en particular). El nuevo inquilino de la Casa Blanca tiene previsto un plan de inversiones en infraestructuras de alrededor de 1 billón de dólares (frente a los 275.000 millones anunciados por su rival Hillary Clinton), lo daría lugar a un aumento significativo de la demanda para los sectores de la industria y de la construcción.
La victoria de Trump también podría beneficiar al sector financiero. "Esperamos que este resultado inesperado alimente la volatilidad en los mercados financieros, no sólo de acciones, sino también de bonos y divisas", comenta Greggory Warren, analista de acciones de Morningstar. "En el medio y largo plazo, sin embargo, creemos que los bancos en general se beneficiarán del gobierno Trump, que se comprometió a reducir costes y hacer que las regulaciones bancarias sean menos restrictivas para facilitar los préstamos."