¿Cómo evaluar un fondo temático?

El análisis de la temática, su implementación y el timing tienen que formar parte del marco de evaluación para incoporrar un fondo temático en cartera.

Kenneth Lamont 18/04/2023
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Thematic Investing

A la hora de evaluar los fondos temáticos, las características fundamentales de los fondos que aumentan las posibilidades de éxito de la inversión a largo plazo, como las bajas comisiones, un equipo de gestión experimentado y una organización matriz de confianza, siguen siendo igualmente aplicables y deberían constituir la base de cualquier evaluación.

Dicho esto, las características distintivas de los fondos temáticos exigen un enfoque más adaptado a sus particularidades. Para ayudarle, Morningstar ha desarrollado un marco que puede utilizar para evaluar los méritos de un fondo temático. El marco desglosa una inversión en un fondo temático en tres partes fundamentales.

 

1. Análisis de la temática

El primer puerto de escala al evaluar un fondo temático es la propia temática. Ante todo, una temática sólida debe ser lógica. ¿Es la narrativa convincente? ¿Hay una historia de crecimiento coherente y convincente detrás de la estrategia? ¿Hay datos que la respalden? Una estrategia sólida debe ser lo suficientemente flexible como para adaptarse a medida que los detalles de la temática elegida evolucionen inevitablemente con el tiempo.

Por muy oportunos que parezcan ahora, algunas temáticas envejecerán mal. Los inversores deben preguntarse: ¿Seguirá siendo relevante dentro de tres años ese fondo dedicado al trabajo desde casa? Por otro lado, una estrategia no debe ser tan floja que diluya cualquier ganancia potencial o se vuelva demasiado similar a las estrategias sectoriales o de renta variable existentes, a menudo más baratas. ¿En qué se diferencia un fondo sanitario innovador de una estrategia de inversión en el sector de salud?

También es importante comprender los principales factores de riesgo y rentabilidad que conlleva la temática. Por ejemplo, al invertir en un fondo de cannabis, sería importante mirar más allá de las proyecciones de crecimiento y comprender plenamente los riesgos normativos asociados a esa temática. Una vez aislados, habría que determinar si los factores de riesgo y rentabilidad del fondo en cuestión son complementarios o redundantes cuando se enmarcan dentro de la cartera del inversor.

 

2. La implementación

Una narrativa sólida no debería distraernos de observar más de cerca la forma en que un fondo sigue su temática.  No existe ninguna norma sobre cómo deben definirse las temáticas, y cada fondo adoptará un enfoque diferente. Los inversores deben entender cómo se determina la exposición temática y cómo un fondo selecciona y pondera sus participaciones. Un gestor puede construir una cartera de alta convicción de acciones seleccionadas por su alto potencial de crecimiento, mientras que otro puede seguir la misma temática a través de una cartera más amplia de acciones basadas en su exposición a un tema y la integración de otras métricas de inversión, tales como filtros de calidad en el proceso de construcción de la cartera, lo que dará lugar a una exposición sorprendentemente diferente.

Incluso los fondos que afirman seguir temas similares pueden tener sorprendentemente pocas coincidencias en sus participaciones. Por ejemplo, en el momento de escribir este artículo, el Fount Metaverse ETF (MTVR) comparte menos del 20% de sus participaciones con el Roundhill Ball Metaverse ETF (METV).

La amplia gama de enfoques permite a los inversores la libertad de elegir la solución más adecuada para ellos, pero también crea una carga adicional de análisis y supervisión continua.

Aunque a primera vista la temática puede ser intuitiva y parecer tener un mérito de inversión duradero, podría no ser posible capitalizarlo a través de las acciones que cotizan en bolsa. Esto se debe a que a menudo hay pocas empresas que representen apuestas puras en una temática determinada. Incluso cuando se espera que una empresa obtenga unos ingresos considerables de su exposición a una temática, no hay garantía de que esto se traduzca en un exceso de beneficios.

Por ejemplo, algunos de los mayores fabricantes de automóviles del mundo, como Ford F y Toyota, han realizado importantes inversiones en vehículos eléctricos y pueden esperar que una parte creciente de sus ingresos proceda del desarrollo de esa tecnología con el tiempo. Pero si tenemos en cuenta que todos los grandes fabricantes de automóviles también han realizado importantes inversiones en vehículos eléctricos, y que esos nuevos ingresos probablemente canibalizarán los flujos de ingresos existentes, podemos preguntarnos si esto se traducirá en un aumento del beneficio neto.

 

3. El timing

El momento oportuno para invertir es el tercer elemento importante que hay que tener en cuenta. El potencial de crecimiento puede no merecer la pena a cualquier precio. Los inversores deben preguntarse: ¿El potencial de crecimiento de la temática ya ha sido descontado en las cotizaciones? Si no es así, ¿por qué no?

A lo largo del tiempo las temáticas han mostrado una curva de adopción en forma de S y tienen distintos puntos en su ciclo de vida que marcan su avance de una fase a la siguiente. Por ejemplo, en el caso de la computación en nube, un punto de inflexión fue la aparición del coronavirus a principios de 2020, que aceleró la adopción de las tecnologías en nube, especialmente las que permitían la digitalización y ayudaban a crear entornos virtuales. En consecuencia, la temática experimentó un importante repunte de rentabilidad durante ese periodo. Queda por ver si la posterior caída en 2020 marca un punto de saturación y madurez de la temática tema o es simplemente un retroceso relacionado con los problemas más generales del mercado.

También se demuestra que la exposición a los factores de estilo evoluciona a lo largo de la vida de una temática. En las primeras fases, la temática suele inclinarse hacia valores pequeños con marcadas características de crecimiento, que se reducen gradualmente con el tiempo a medida que la temática madura. Esta dinámica apoya un enfoque de adopción temprana de la inversión temática en el que los inversores compran un fondo que sigue esa temática desde el principio de su ciclo de vida y aprovechan el potencial de crecimiento manteniéndolo hasta su maduración.

Una de las preocupaciones de este enfoque es que puede ser difícil acceder a una temática lo suficientemente pronto en su ciclo de vida (a una baja relación P/E) para cosechar todos los beneficios. Las gestoras tardan en detectar un tema, crear un producto que invierta en un conjunto suficientemente amplio de valores cotizados y líquidos con una exposición significativa al tema, y empezar a promocionarlo a los clientes. Para cuando un inversor ha oído hablar del tema y hay fondos preparados para seguirlo, la mayor parte del potencial de crecimiento puede estar ya incorporado en las empresas de la cartera. Como mínimo, parece realista esperar que, incluso en el mejor de los casos, es poco probable que los inversores capten todo el potencial de crecimiento de una temática.

Otro motivo de preocupación al adoptar este enfoque de inversión es la tasa de cierre histórica de los fondos temáticos, que, a pesar de cerrar con menos frecuencia que el mercado global de fondos de renta variable en general, han registrado una tasa de cierre del 33% en los últimos 10 años. La historia de los fondos temáticos de internet a principios de la década de 2000 es ilustrativa de los problemas que esto puede causar a los inversores. A medida que la burbuja de las puntocom se inflaba, el número de lanzamientos de fondos temáticos relacionados con Internet y la tecnología también se multiplicaba. En el cambio de milenio, uno de cada tres fondos temáticos a nivel mundial seguía una temática de economía digital. Sin embargo, tras el estallido de la burbuja, la mayoría de estos fondos cerraron. Hoy en día, sólo 11 de los 66 fondos temáticos de la economía digital lanzados en ese periodo siguen abiertos.

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Sobre el Autor

Kenneth Lamont  Kenneth Lamont is a passive funds research analyst for Morningstar Europe.

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