Durante el fin de semana, las principales marcas y anunciantes, entre ellos Coca-Cola, Starbucks y Unilever, anunciaron planes para suspender o reducir el gasto publicitario en las plataformas de medios sociales (principalmente Facebook y su plataforma Instagram) en protesta por la falta de controles para limitar los discursos de odio y la desinformación.
El movimiento, que comenzó el 17 de junio, ha cobrado impulso, aumentando el riesgo para empresas como Facebook y Twitter, al tiempo que potencialmente crea oportunidades para Pinterest y Alphabet.
Sin embargo, esperamos que la mayoría de los anunciantes regresen a Facebook, dados sus más de 2.600 millones de usuarios. Mientras tanto, Facebook puede tomar medidas para demostrar que reducirá aún más los discursos de odio en la plataforma; aunque una mayor vigilancia de los contenidos podría traer más riesgos normativos en el primer plano.