Poco a poco nos estamos acercando a la campaña de Navidad de los planes de pensiones y como cada año habrá gente que se haga la típica pregunta de en qué plan merece la pena invertir. No es mi intención hacer una recomendación de cartera, orientando a los partícipes o futuros partícipes hacía un tipo específico de producto. Dicho esto, sí que les diré los cinco grupos de planes en los que (yo, personalmente) nunca invertiría.
El primer grupo es el compuesto por los planes caros, o dicho de otra forma, con comisiones por encima de la media e sus respectivas categorías. En Morningstar siempre hemos mantenido la opinión de que, si uno duda entre dos productos financieros similares, lo más recomendable y sensato es elegir el más barato. Y en el caso de los planes de pensiones esta máxima cobra aún más importancia por dos motivos: primero, porque los partícipes suelen mantener la inversión a más largo plazo que en otros productos financieros; y, segundo, porque las diferencias de comisiones entre unos planes y otros es más acuciada que en otros productos financieros.
En segundo lugar, no invertiría ahora mismo en planes de pensiones 100% renta fija. El motivo es la valoración. Uno puede discutir durante mucho tiempo si las bolsas están caras, muy caras o correctamente valoradas (hay argumentos para todos los supuestos), pero con el nivel de tipos de interés que tenemos ahora mismo y el nivel de costes que tienen los planes de renta fija, es poco probable que ofrezcan una rentabilidad adecuada tanto a corto, a medio como a largo plazo.