Déjese guiar por las estrellas

Para elegir el mejor fondo no basta con mirar su rentabilidad. También hay que tener en cuenta su riesgo así como todas las comisiones que pueda cobrar. Esto es precisamente lo que hace el Rating Morningstar. Aunque no es un indicador de rentabilidad futura, sí que puede ser un buen punto de partida para comparar fondos de una misma categoría.

Fernando Luque 30/10/2001
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Tenga en cuenta el objetivo y el plazo de inversión

Hemos insistido muchas veces que para elegir un buen fondo primero es necesario tener muy claro cuáles son nuestro objetivo y nuestro horizonte de inversión. Evidentemente, no es lo mismo elegir un fondo de inversión para ir poco a poco y con tiempo preparando nuestra futura jubilación que elegir uno para ahorrar en vistas a comprarnos un coche nuevo el año que viene. Para cada una de estas dos situaciones habrá fondos más recomendables que otros.

¿Elegir los más rentables?

Una vez definidos el objetivo y el p

lazo de inversión y, por lo tanto, la categoría de fondos que mejor se adapte a ellos, queda por decidir qué fondo comprar. Intuitivamente tenemos tendencia a elegir los fondos más rentables ya que suponemos que si el gestor lo ha hecho bien en el pasado, presumiblemente lo hará bien en el futuro.

Pero el hecho de que un fondo haya obtenido rentabilidades negativas en el pasado no significa, por sí sólo, que el fondo deba ser descartado. La rentabilidad de un fondo debe necesariamente compararse con un índice representativo de su categoría. Tomemos, por ejemplo, el caso del BBVA Oportunidades Europa. En lo que vamos de año, este fondo acumula una pérdida de casi el 20%, esto sumado a una caída del 19% que registró en el año 2000. Además, si comparamos su evolución con un índice como el MSCI Europe vemos que se encuentra bastante por debajo de esta referencia (vea Gráfico 1, extraído de la ficha del fondo o Quicktake Report)

Gráfico 1: BBVA Oportunidades Europa (en rojo) y MSCI Europe a 1 año



Ahora bien ¿significa esto que el fondo es un fondo mediocre? No. No sólo hay que examinar el comportamiento del fondo respecto a su índice de referencia sino que hay que hacerlo en un plazo suficientemente largo de tiempo como para poder realmente evaluar el trabajo del gestor. Un año parece un plazo excesivamente corto. Así si analizamos la evolución del fondo a un plazo más largo, tres años por ejemplo, la imagen que obtendríamos sería totalmente distinta (vea Gráfico 2).

Gráfico 2: BBVA Oportunidades Europa (en rojo) y MSCI Europe a 3 años



El Rating Morningstar

Pero considerar únicamente la rentabilidad de un fondo (aunque sea a largo plazo) como criterio único de elección sería un error. Además de la rentabilidad, hay que tener en cuenta el riesgo del fondo (a misma rentabilidad es preferible un fondo que presenta menos riesgos, es decir que registre menos fluctuaciones en sus rentabilidades) así como todas las comisiones que cobra el fondo (no sólo las de gestión y de depósito que se descuentan diariamente del valor liquidativo sino también las de suscripción que, como no, influyen igualmente en la rentabilidad final que obtendrá el partícipe). También es importante clasificar correctamente el fondo ya que su rating dependerá de la categoría a la que pertenece.

Todos estos criterios (rentabilidad, riesgo, comisiones, categoría) los ha tenido en cuenta Morningstar para elaborar su particular rating, rating que se traduce para el fondo en un determinado número de estrellas. El 10% de los mejores fondos reciben cinco estrellas, el 22,5% siguiente cuatro estrellas, el 35% siguiente tres estrellas, el 22,5% siguiente dos estrellas y el 10% de los peores fondos sólo una estrella.

Un rating muy particular

El Rating Morningstar es un rating exclusivamente cuantitativo, es decir se basa únicamente en cálculos de rentabilidad y riesgo pasados (más concretamente, los cálculos se efectúan cada mes y se basan en los datos mensuales de los últimos tres años). No interviene, por lo tanto, ningún factor subjetivo o cualitativo en la valoración del fondo. No se cambia el rating porque nos gusta su cartera, su gestor o su estilo de inversión.

Otra de las características del Rating Morningstar es que es un rating europeo. Es decir, el universo con el que se compara un fondo no son los fondos distribuidos en España sino todos los que se comercializan en Europa. Ello permite que cada fondo tenga uno y un solo rating independientemente del país en el que se comercialice.

Ahora bien, no todos los fondos reciben estrellas. Hay situaciones en las que es imposible establecer un rating: por ejemplo, cuando la vida del fondo es inferior a tres años, cuando no hay información suficiente para que el fondo sea incluido en una de las categorías Morningstar, cuando el fondo ha sufrido importantes cambios en su estrategia de inversión y sus datos de rentabilidad histórica no son por consiguiente tanto relevantes, o cuando no hay suficientes fondos similares para establecer una clasificación.

Advertencias

Como siempre tenemos que advertir a los inversores que de la misma forma que la rentabilidad pasada no garantiza la rentabilidad futura (el que un fondo haya obtenido buenos resultados en el pasado no significa que vaya seguir obteniéndolos en el futuro), el Rating Morningstar tampoco es un indicador de buen comportamiento futuro. Pero sí sirve como primera guía para comparar fondos dentro una misma categoría.

Por último, también es sumamente importante indicar que el Rating Morningstar, por sí sólo, no debe ser el único criterio a tener en cuenta para elegir un fondo de inversión. El análisis de la propia cartera del fondo es, por ejemplo, uno de los elementos fundamentales que deben necesariamente guiar la elección (este aspecto será objeto de nuestro próximo artículo sobre los ratings).

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Sobre el Autor

Fernando Luque

Fernando Luque  es el Senior Financial Editor de www.morningstar.es

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