¿Qué hacer con sus deudas?

¿Qué aspectos tener en cuenta si uno ha contraído varias deudas y tiene dificultad en pagarlas?

Fernando Luque 15/10/2020
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Cómo pagar sus deudas

Recientemente, hemos estado respondiendo a muchas preguntas sobre dinero y situaciones financieras personales. Discutimos cómo se puede hablar con los niños sobre el dinero, cuánto se debe ahorrar, cómo pueden ser las burbujas de inversión, y consejos sobre cuándo se debe vender una inversión.

Son temas importantes, desde luego… siempre que uno pueda ahorrar e invertir. ¿Pero qué pasa si no puede ahorrar dinero para invertir, tal vez porque está pagando una deuda?

Esa fue una pregunta que un lector hizo recientemente. Nina tiene algunas deudas. Tiene un préstamo de coche, tiene deudas de tarjetas de crédito, y tiene un préstamo hipotecario. Le preocupa mucho sus deudas y cómo hacer frente a ellas.

No le tenga miedo a la deuda

El director de Morningstar de conocimiento sobre el comportamiento, Leon Zeng, señala que esto es natural. "La deuda puede parecer una carga aterradora para los consumidores habituales, pero sería menos aterradora si pudiéramos reformularla como una herramienta financiera para ayudar a obtener los activos necesarios y pagarlos con el tiempo de una manera más manejable", dice.

 La directora de finanzas personales de Morningstar, Christine Benz, señala que es importante recordar que la amortización de la deuda ofrece un "retorno de la inversión" garantizado equivalente a cualquier tipo de interés.

"Por supuesto, una regla general es evitar el sobreapalancamiento financiero que, de otra manera, podría provocar estrés mental", añade Zeng.

Nina está de acuerdo y quiere asegurarse de que su deuda es manejable, por lo que nos preguntó si teníamos alguna idea sobre cómo debería proceder para pagar sus deudas.

¿Qué es la TAE?

Cuando uno no tiene más remedio que contraer un préstamo, los elementos a los que hay que prestar atención son evidentemente el importe del préstamo, el plazo, los eventuales costes de cancelación y sobre todo el interés exigido por la entidad prestamista. En este aspecto la clave está en la TAE o Tasa Anual Equivalente. Es el tipo de interés anual que pagará por el préstamo. Es un porcentaje indispensable a tener en cuenta a la hora de contratar y de comparar diferentes tipos de préstamos.

Modificar las condiciones del préstamo

Si como Nina tiene varias deudas y no puede hacer frente al pago de todas ellas, una posibilidad es renegociar con el prestamista las condiciones del préstamo inicial. Uno puede, por ejemplo, alargar el plazo del préstamo para pagar una menor cantidad cada mes. Esto es especialmente útil en el caso de los préstamos hipotecarios que suelen constituir el grueso de las deudas de las familias. No hay que olvidar, no obstante, que la renegociación del préstamo hipotecario conlleva unos gastos, pero en la mayoría de los casos (en los que uno está con el agua al cuello) merece la pena contemplarlo.

Reunificar deudas

Otra opción, mucho menos recomendable, es la reunificación de deudas. Debe ser la última opción en mi opinión. La reunificación de deudas consiste en agrupar todos los préstamos en uno solo, con el objetivo de pagar una única cuota mensual cuya cuantía será menor a la suma de las diferentes cuotas a las que anteriormente teníamos que pagar. Pero la reunificación de deudas no es gratis. Tiene un coste en forma de aumento del plazo de amortización. Pagamos menos cada mes, pero durante más tiempo.

¿Invertir o rembolsar sus deudas?

Teóricamente, si uno puede, lo mejor es quitarse de encima todas sus deudas. Pero no todas las deudas son idénticas. No todas tienen el mismo tipo de interés, el mismo plazo o los mismos costes. Si uno dispone de dinero, siempre surge la duda de si es mejor invertir o pagar esas deudas. Siempre sobre el papel, lo más interesante para el consumidor es eliminar las deudas más costosas, es decir las que más interés exigen el mayor interés.

Si la TAE del préstamo es elevada (digamos más del 10%, que es lo habitual en los préstamos personales de consumo), entonces uno debe pensar: ¿puedo tener la seguridad de conseguir más de ese porcentaje con mis inversiones? Si piensa que sí, entonces puede merecer la pena invertir en lugar de rembolsar deuda. Pero lo más probable es que no (no digo que no se pueda conseguir más de ese porcentaje, pero con un bajo grado de certidumbre) y en ese caso lo mejor es quitarse esa deuda de encima.

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Sobre el Autor

Fernando Luque

Fernando Luque  es el Senior Financial Editor de www.morningstar.es

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