Como los mercados apenas tuvieron episodios de volatilidad en 2017, los inversores apostaron fuertemente por los fondos, llevando las entradas de dinero y los activos gestionados de la industria europea a máximos históricos. El patrimonio total en fondos, incluidos los monetarios, alcanzó los 8,9 billones de euros a finales de diciembre, frente a los 7,96 billones de euros del año anterior. Excluyendo los fondos del mercado monetario, los fondos con vocación a largo plazo domiciliados en Europa tenían a finales del año pasado un patrimonio de 7,72 billones de euros, con un aumento del 13,8% respecto a 2016. Las entradas netas alcanzaron los 592.500 millones de euros para los fondos a largo plazo, mientras que los fondos monetarios recolectaron unos 90.300 millones de euros, con lo que el total neto de entradas alcanzó la cifra récord de 682.800 millones de euros.
2017 será recordado como el año de los fondos de bonos. Los inversores aportaron 288.000 millones de euros a los productos de renta fija, frente a los 100.200 millones de 2016. Estas entradas también marcaron un registro histórico. Teniendo en cuenta el extremadamente bajo rendimiento de los bonos gubernamentales, esto puede parecer un enigma. Sin embargo, la enorme demanda fue impulsada principalmente por los productos dirigidos a segmentos de mayor rendimiento del mercado de bonos. Los inversores también se sintieron cómodos con el programa de compra de bonos del Banco Central Europeo, que seguía invirtiendo 60.000 millones de euros en el mercado de bonos cada mes. Como esta cuota se reducirá a 30 000 millones de euros al mes en 2018, queda por ver si el interés de los inversores en los fondos de bonos comenzará a disminuir en los próximos meses.
Los fondos de renta variable consiguieron suscripciones netas por valor de 106.900 millones de euros, muy por debajo del nivel máximo alcanzado en 2013, pero un dato respetable si se tiene en cuenta que los fondos de acciones habían sufrido una hemorragia de 57.500 millones de euros en 2016, cuando los inversores se vieron espantados por la volatilidad de los mercados a principios de año. Los mercados se beneficiaron de un escenario del libro en 2017: los tipos de interés se mantuvieron cercanos a cero o incluso en terrenos negativo, la economía mundial creció generosamente y la inflación se mantuvo muy por debajo del límite del 2%, considerado como un umbral importante. Todos estos factores apoyaron las cotizaciones y alentaron a los inversores a añadir riesgo de renta variable. Curiosamente, los fondos de renta variable gestionados activamente también se beneficiaron de esta tendencia favorable, como veremos a continuación.