Sobre percepción y realidad

En los mercados financieros puede haber una diferencia importante entre la percepción y la realidad

Fernando Luque 21/05/2013
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Los observadores de los mercados, entre los que se encuentran los inversores, evidentemente, suelen formarse una idea de las cosas que no siempre se corresponde con la realidad. Tomemos el ejemplo de las bolsas. La percepción común es que las acciones nunca han estado tan volátiles y tan arriesgadas como ahora. La idea es que los “buenos tiempos” de invertir en bolsa es cosa del pasado y que tenemos que acostumbrarnos a vivir en un mundo de baja rentabilidad. También existía, hasta hace muy poco tiempo, el convencimiento entre muchos inversores de que el único activo refugio era el oro… y hemos comprobado de visu cómo el metal perdía una parte importante de su valor en apenas unos días. Ojo ejemplo lo tenemos en los bonos griegos. Si le hubiera propuesto a un inversor invertir en deuda pública griega a principio del 2012, seguramente me hubiera tachado de loco…. Y, sin embargo, este activo fue uno de los más rentables el año pasado. Con estos ejemplos quiero decir que muchas veces aceptamos como verdades afirmaciones que no se ven cumplidas en la realidad. 

Por ejemplo, el periodo que hemos vivido después de la crisis de 2007-2008 fue etiquetado de antemano como el periodo de la “nueva normalidad” en la medida en que uno tenía que esperar de los activos de riesgos una rentabilidad por debajo de la media histórica. ¡Y ha ocurrido todo lo contrario! Ha sido uno de los periodos con mayor rentabilidad de la historia de los mercados (si nos olvidamos, por supuesto, del comportamiento de nuestro IBEX que se puede catalogar como excepción). Desde principios de marzo del 2009 el S&P 500 se ha revalorizado (dividendos incluidos) más de 150% (sin tener en cuenta el efecto divisa) y con una volatilidad muy en línea con la de los últimos 10 o 15 años.

En los últimos cuarenta años los únicos periodos en los que hemos podido disfrutar de rentabilidades similares fueron la época dorada de mediados de los 80 y la exuberancia irracional de finales de los 90. Cualquier inversor que ha evitado la renta variable bajo el pretexto de la “nueva normalidad” (y han sido muchos a juzgar por los reembolsos netos masivos en los fondos de renta variable en estos últimos años) probablemente ha perdido una oportunidad histórica.

También nos han vendido la idea, en estos últimos años, de que la bolsa era extremadamente volátil debido a la gravedad de la crisis económica. Pero la realidad ha sido, una vez más, totalmente distinta. El VIX, conocido como el índice del miedo, se ha mantenido en niveles bajos sorprendiendo a muchos inversores... hasta tal punto que algunos ETFs referenciados a este índice y lanzados con la idea de aprovecharse del sentimiento de miedo que rondaba en la mente de estos inversores han perdido en el camino más del 90% de su valor.

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Sobre el Autor

Fernando Luque

Fernando Luque  es el Senior Financial Editor de www.morningstar.es

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