CARTERA: ¿Cambiar de rumbo en plena tormenta?

Repasamos el comportamiento de nuestra Cartera Moderada durante este verano

Fernando Luque 12/09/2011
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Empecemos por lo positivo. Nuestra cartera ha pasado un verano turbulento con una caída acumulada en los meses de junio, julio y agosto del 4,3% pero su comportamiento ha sido en cada uno de estos tres meses superior tanto al de la media de la categoría de fondos mixtos moderados (-6,3%) como al del benchmark (-6,1%) que sigue (65% MSCI World dividendos incluidos + 35% BarCap EUR Agg Bond TR). Nos ha salvado, por decirlo de alguna forma, el alto porcentaje que mantenemos en liquidez (vea detalles de la cartera más abajo) así como nuestra posición en un fondo de minas de oro que ha conseguido acumular una ganancia del 8% en estos últimos tres meses (todas las rentabilidades están expresadas en euros).

Ahora lo negativo. Primero nuestra posición en dólares, básicamente a través de un fondo monetario. No ha aportado mucho a la cartera aunque sus pérdidas se han limitado al 0,2% de junio a agosto. Dicho esto, mantenemos nuestra posición en la divisa americana (más sobre ello abajo). Segundo, nuestro último cambio de cartera propuesto (el cambio del Mutuafondo LP por el Robeco High Yield) ha sido bastante nefasto para la cartera.  El fondo ha perdido cerca de un 8% en estos tres últimos meses frente a una ganancia del 0,2% para el fondo de Mutuactivos.

Eso nos demuestra que el riesgo de una cartera no siempre se aprecia calculando simplemente el desglose entre renta variable (activo de riesgo) y renta fija (activo supuestamente de bajo riesgo).  Dentro de la parte de renta fija hay segmentos que pueden tener un perfil de riesgo mucho más alto que uno imagina. Es el caso de la renta fija high yield que acabamos de comentar o de los bonos convertibles (el fondo de bonos convertible que tenemos en cartera también se depreció cerca de un 7% en los meses de verano).

Renta fija

Desde mi punto de vista es la parte complicada de la cartera. Es cierto que nos hemos perdido un buen pellizco de rentabilidad al haber evitado la deuda pública de larga duración en cartera. Este segmento ha registrado ganancias espectaculares en este último mes de agosto: un índice como el IBOXX EUR Sovereigns 7-10 años (es decir de deuda pública a muy largo plazo) ha conseguido una rentabilidad cercana al 5% en el solo mes de agosto (y eso que hemos tenido dudas, y seguimos teniéndolas, sobre si Francia mantendrá su rating triple A por parte de S&P). Ahora bien, de cara al futuro, considero que hay poco que “rascar” en la deuda pública de elevada calidad (bonos USA y bonos alemanes básicamente). Los tipos de interés a largo plazo (10 años) en ambos países están en mínimos históricos y cuando digo “históricos” me refiero, por lo menos, a los últimos 50 años. Eso no significa que el riesgo de subida de tipos (que perjudicaría a los fondos invertidos en obligaciones de largo plazo) sea inminente. Nada de eso. Los tipos de interés están en niveles bajísimos precisamente  porque la situación económica está al borde de la recesión. De momento mantenemos los tres tipos de fondos de renta fija en cartera (bonos corporativos, bonos high yield y bonos convertibles).

Renta variable

El comportamiento de las bolsas ha sido tremendamente bajista en estos meses de verano. No ha habido refugio); han caído todos los mercados y prácticamente todos los sectores (excepto el segmento de minas de oro en el que mantenemos una pequeña exposición a través del BGF Gold Mines).

Uno puede pensar que es en mercados como los que estamos viviend, cuando uno debe ser valiente y tomar decisiones importantes. No estoy de acuerdo. No es el mejor momento. Mi consejo, si quiere rectificar algo el rumbo que ha emprendido su cartera en estos momentos de extrema volatilidad, es que lo haga de forma suave y deliberada. Haga los cambios que considere pertinentes de forma gradual. No sucumbe a los cantos de sirena que le sugieren que venda todas sus acciones o fondos de acciones de golpe y se refugie en monetarios o en depósitos. De la misma manera no caiga en la tentación de aumentar considerablemente el riesgo de su cartera pensando que los precios actuales son una ganga y una oportunidad histórica.

Con las caídas que se han producido en junio, julio, agosto y las que se están produciendo en septiembre, estoy pensando en aumentar paulatinamente el peso de la renta variable en cartera (un índice como el IBEX 35 ha retrocedido cerca de un 30% desde sus máximos del mes de febrero) y utilizar el gran porcentaje de liquidez que nos queda, pero la gran inestabilidad derivada de los problemas de deuda en la Eurozona me hace ser algo más prudente de lo normal. Así que, por el momento, mantenemos el mismo porcentaje de renta variable en cartera.

Divisas

Mantengo la posición en dólares USA frente al euro. Por dos motivos. Es cierto que tanto Estados Unidos como la Zona Euro adolecen de un problema de excesivo endeudamiento. Eso ya lo sabe el mercado. Pero no lo que no ha incorporado el mercado es la posibilidad de una ruptura del euro. La tragedia griega está lejos de haber concluido. Otro asunto es que si se produce una salida del euro por parte del país heleno (ya son cada vez más las voces que abogan por esta “solución” a la crisis… además unos tipos de casi el 90% para los bonos griegos a un año no tiene otra lectura de que el default es inminente y más teniendo en cuenta que los principales reembolso de la deuda helena tendrán lugar en 2012) esto fortalezca la moneda única europea, pero en el camino esto afectaría negativamente a su cotización frente al dólar. No hay posibilidad de que el dólar se “rompa”. Puede incluso de que a Estados Unidos le interese un dólar débil para fomentar sus exportaciones

El segundo motivo es simplemente por diferencial de tipos de interés. En un lado de la balanza tenemos a la Reserva Federal que ya ha enseñado sus cartas y ha decidido mantener sus tipos de interés en niveles prácticamente nulos durante los próximos años. Los tipos en Estados Unidos difícilmente pueden bajar más. Por lo tanto esa parte de la balanza está bien anclada. En el otro lado, tenemos al Banco Central Europeo que claramente ha cometido un error subiendo sus tipos en dos ocasiones a principio de año (los últimos datos de anémico crecimiento en la Zona Euro y baja inflación están ahí para demostrarlo). Más pronto que tarde se verá forzado a reconocer ese error y bajar sus tipos de interés (no sería la primera vez…).

Por último en una posible continuación de la tendencia bajista de los mercados de renta variable, el dólar podría convertirse en moneda refugio ya que el franco suizo no quiere jugar eses papel.

Nuestra Cartera Moderada

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Sobre el Autor

Fernando Luque

Fernando Luque  es el Senior Financial Editor de www.morningstar.es

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