Nunca insistiremos lo suficiente en la importancia de los costes de los fondos. Éstos erosionan las rentabilidades a largo plazo y, lo que es peor, no tenemos otra opción que pagarlos, independientemente de la rentabilidad.
El creciente mercado de inversiones pasivas en la última década es un testimonio de cómo los inversores buscan cada vez más propuestas de inversión de bajo coste.
Mientras tanto, los cambios regulatorios como el Retail Distribution Review (RDR) del Reino Unido también han ido en la dirección de reducir el coste total de la inversión. En particular, la eliminación de las retrocesiones ha dado lugar a una plétora de nuevas clases de acciones, comúnmente conocidas como clases limpias.