El mercado europeo de ETFs recobró impulso en el tercer trimestre de 2015, con unos flujos netos estimados de unos 17.700 millones de euros. Históricamente este ha sido el segundo trimestre más fuerte, sólo superado por el primer trimestre de 2015, cuando las entradas netas alcanzaron una cifra impresionante de 31.000 millones de euros.
Este es un resultado muy positivo teniendo en cuenta el aumento de la volatilidad en los mercados financieros. El tercer trimestre fue testigo de renovadas preocupaciones sobre la salud de la economía global debido a lo que se percibe como una desaceleración mucho más rápida en las economías emergentes, en particular en China.
A pesar de toda la turbulencia experimentada por los mercados de renta variable durante el período, los inversores pueden haber encontrado consuelo en el hecho de que la Reserva Federal haya tenido en cuenta las tendencias económicas globales - y no sólo de Estados Unidos – para tomar sus decisiones, asumiendo, por lo tanto, en efecto, el papel de banco central mundial y no sólo de Estados Unidos. Al mismo tiempo, el Banco Central Europeo ha mantenido su postura ultra acomodaticia, mientras que las lecturas macro de la Zona Euro han sugerido un buen nivel de resistencia frente a los problemas de los mercados emergentes.