El 13 de junio, Israel lanzó una serie de ataques contra instalaciones y personal iraníes, dirigidos contra sus programas de enriquecimiento nuclear y armamento. Las acciones de los contratistas mundiales de defensa se revalorizaron hasta un 4% en las primeras operaciones como reacción a la noticia.
Conclusión: Consideramos que el repunte de las acciones de defensa es una reacción exagerada a las noticias de un nuevo conflicto en Oriente Medio. Como hemos señalado antes, los puntos entre el combate militar y el beneficio de un contratista de defensa no conectan tan directamente como los inversores parecen imaginar.
- No hemos alterado nuestras valoraciones de los contratistas de defensa a la luz de estas noticias, y creemos que el desarrollo a largo plazo y el reabastecimiento de tecnología de defensa antimisiles ya están suficientemente incorporados a nuestras previsiones.
Panorama general: Los conflictos armados no benefician necesariamente a los contratistas de defensa en lo fundamental, sobre todo si el conflicto es prolongado y costoso.
- A corto plazo, los pedidos de reabastecimiento de munición pueden aumentar las ventas, aunque no suelen ser grandes en relación con los ingresos totales.
- Sin embargo, un conflicto prolongado podría minar los presupuestos militares y desviar fondos a operaciones y logística desde investigación, desarrollo y adquisiciones, donde los contratistas de defensa obtienen la mayor parte de su dinero.
Los alcistas dicen: Aparte de como rotación táctica hacia un sector generalmente aislado de las perturbaciones macroeconómicas, como la subida del precio del petróleo que también acompañó a las noticias sobre Israel e Irán, hay dos argumentos para justificar la compra de contratistas de defensa. En nuestra opinión, ninguna de las dos se sostiene en lo fundamental.
- En primer lugar, la idea de que el combate impulsa más compras de armas por parte de una empresa determinada y hace que las acciones de esa empresa valgan más ignora la antelación con la que los ejércitos adquieren las armas, que está sujeta a condicionantes estratégicos y políticos.
- En segundo lugar, existe la opinión de que el aumento de la inestabilidad geopolítica estimula en general los presupuestos de defensa y, por tanto, los ingresos de los contratistas de defensa son más lógicos. Aun así, no vemos que el gasto mundial en defensa aumente con respecto al superciclo que ya pronosticamos.
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