Arriesgado pero rentable

Las emisiones corporativas y emergentes son las únicas fuentes de ganancias en un mercado penalizado por los bajos tipos de interés. Es la opinión de Ralph Gasser, especialista del área de renta fija de Julius Baer. Apuesta por la carta del crédito y de la divisa para obtener una rentabilidad adicional.

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El escenario actual de tipos de interés penaliza al mercado de renta fija que, a pesar de ello, sigue comportándose positivamente. ¿Cuál es su visión al respecto?

La previsible subida de tipos de interés en Estados Unidos debería cuasar un empeoramiento del mercado de renta fija estadounidense y, por consiguiente, de las otras áreas geográficas. Los tipos a largo plazo, incluidos los de la Zona Euro, han alcanzado niveles extremadamente bajos, hasta mínimos históricos, pero no se corresponden con la situación económica actual, que se caracteriza por unas tasas de crecimiento positivas y un riesgo de tensiones inflacionarias.

Con esta problemática, ¿qué enfoque utiliza para construir las carteras de sus fondos?

Nuestra gestión sigue el enfoque “Barbell”, que consiste en invertir parte del capital en títulos con duraciones largas y parte en títulos con duraciones cortas. La cartera tendrá, por lo tanto, una duración intermedia, con una sensibilidad inferior a los títulos de medio plazo. Esto permite proteger la cartera de los movimientos de los tipos de interés. Si los tipos aumentan, liquidamos los títulos a corto plazo y los sustituimos por títulos de rendimientos más elevados.

Debido a que la curva de tipos es actualmente muy plana, una cartera construida con este método tiene un mejor rendimiento que una concentrada en títulos de medio plazo ya que las ganancias derivadas de la apreciación de los títulos de largo plazo son superiores a las pérdidas derivadas de los títulos de corto plazo a causa de la distinta sensibilidad al riesgo de tipos.

Volviendo al tema de las previsiones, no sólo preocupa la situación económica actual sino también el escenario de tipos de interés, entonces ¿qué motivos pueden tener los inversores para seguir invirtiendo en renta fija?

Uno de los motivos principales es la abundante liquidez que existe en los mercados internacionales y que, de alguna manera, debe invertirse en instrumentos distintos de los activos monetarios para poder satisfacer las necesidades de los inversores institucionales (como los bancos y las compañías de seguro) en cuanto al equilibrio entre el activo y el pasivo.

Es cierto que si miramos la curva de tipos, nos encontramos en un momento en el que es bastante peligroso invertir en bonos. Pero hay que tener en cuenta que en el mercado de renta fija también influyen otros elementos además de los tipos de interés

¿Cuáles son?

La dinámica de las divisas y la calidad del crédito. En un escenario de tipos de intereses bajos, es necesario encontrar fuentes alternativas de ganancias. Una de ellas son los títulos de alto rendimiento en los que estamos sobreponderados. Otra son los países emergentes y aquellas compañías cuyo rating está por debajo del grado de inversión y que pagan buenos diferenciales de rendimiento: 275 puntos básicos para los mercados emergentes y 400 puntos básicos para los títulos corporativos.

¿No están los tipos demasiado bajos en relación con el riesgo?

No, pensamos que el riesgo está más que compensado porque estamos esperando un aumento de precios y una reducción de los diferenciales. No es tanto por un tema de valoraciones (las cotizaciones de los títulos estarían, incluso, más bien elevadas), sino porque la demanda de estos instrumentos sigue siendo alta y supera a la oferta de los emisores.

Sobre todos aquellas emisiones en moneda local emitidas por economías emergentes. A nuestro juicio son más interesantes que aquellas denominadas en divisas fuertes como el euro o el dólar porque permiten aprovechar todo el potencial del mercado y de los países en crecimiento.

¿A qué divisas se refiere?

A la lira turca, a las divisas de la Europa convergente, pero también a la corona islandesa. Esta última, en particular, tiene un gran atractivo respecto al euro, con unos tipos del 8% y una oferta incapaz de satisfacer a la demanda. En lo que respecta a la lira turca, los tipos son muy altos, cercanos al 15%. La moneda, además, está sostenida por las inversiones extranjeras directas y por el proceso de incorporación a la Unión Europea.
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Sobre el Autor

Maria Grazia Briganti  She has been editor & analyst of Morningstar Italy                                                             

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