Una retahíla de argumentos
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Otro argumento que utiliza Conway para defender su apuesta por los mercados emergentes es el de las valoraciones. En términos de PER (ratio de precio sobre beneficios), los mercados emergentes se encuentran a niveles atractivos comparados con los mercados desarrollados. Sostiene que, según este criterio, la renta variable emergente es un 50% más barata que la renta variable europea o norteamericana.
Pero, no es sólo que las bolsas emergentes estén más baratas que las bolsas desarrolladas sino que, también, históricamente, pocas veces han estado tan baratas como ahora y ello a pesar de su excelente comportamiento relativo en estos últimos años. Así, en términos de ROE (return on equity o rentabilidad sobre fondos propios), es la primera vez en la historia, señala Conway, que los mercados emergentes superan a los mercados desarrollados.
Otra manera de apreciar lo barato que se encuentran los mercados emergentes es comparando el ratio capitalización bursátil respecto al PIB. Para volver a la media histórica, los mercados necesitarían subir un 50%, indica Conway.
En términos de flujos de fondos, los mercados emergentes también presentan un extraordinario potencial. Muchos inversores en renta variable global (y especialmente los norteamercianos) están, según este experto, infraponderados en mercados emergentes.
Por último, el factor diversificación también es un elemento que deberían considerar los inversores para incluir tanto renta variable como renta fija emergente en sus carteras.
Preferencia por la Europa convergente
Dentro de la diversidad que ofrecen los mercados emergentes, Conway apuesta especialmente por Europa del Este y, en particular, por aquellos países en proceso de convergencia.
En su opinión, el incremento de las valoraciones bursátiles debería venir tanto de la estabilización del entorno económico (inflación, déficit, deuda externa, divisa y tipos de interés) como del crecimiento sostenido del PIB per cápita de la zona, del incremento de la capitalización de mercado en términos de PIB y del aumento del ratio precio/beneficios.
En 2001, por ejemplo, el ratio capitalización bursátil sobre PIB era del 15 y 20% para Polonia y Hungría respectivamente frente al 90% para Francia o casi el 50% para Alemania o Italia. Conway calcula que teniendo en cuenta un crecimiento estimado del PIB del 17% para Polonia y del 22% para Hungría hasta finales del 2006, la capitalización bursátil de estos dos países podría subir, en ese periodo, un 368 y 266% respectivamente.
Tomando como hipótesis un crecimiento anual del 15% para el beneficio por acción y observando cómo se comportó el PER de la bolsa de Grecia antes de su incorporación en la Unión Europea, Conway estima que las acciones polacas podrían subir un 166% hasta 2004, las acciones checas un 297% y las húngaras un impresionante 424%.