¿Qué esconden los garantizados de renta variable?

En la primera entrega de esta serie dedicada a los fondos garantizados examinamos los de renta fija. Esta vez le toca el turno a los garantizados de renta variable pero centrándonos en que es lo que garantizan realmente y en cómo se construyen.

Fernando Luque 15/11/2001
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La otra gran categoría de fondos garantizados comercializados en España la forman los fondos garantizados de renta variable. Se denominan de esta forma ya que la rentabilidad que obtendrá finalmente el partícipe dependerá de la evolución de un índice bursátil (o de una cesta de índices bursátiles) subyacente. Últimamente en vez de fondos referenciados a cestas de índices están apareciendo fondos garantizados referenciados a cestas de fondos de inversión. No obstante el mecanismo que hay detrás de estos fondos y que vamos a analizar a continuación es similar.

Un doble componente

Conviene dejar claro d

esde un principio que los fondos garantizados de renta variable tienen dos componentes:

Una garantía de preservación de capital o de una parte del capital: es lo que podríamos llamar la parte fija del fondo garantizado ya que se garantiza al partícipe que éste recuperará como mínimo un determinado porcentaje del capital invertido (porcentaje que puede ser igual, superior o inferior a 100%) pero siempre y cuando se adquieran las participaciones durante el periodo de suscripción y se mantengan hasta el vencimiento de la garntía.

Una parte de rentabilidad variable que dependerá de la evolución de un determinado subyacente (índice, cesta de índices, fondos,...).

Por lo tanto, y a diferencia de los fondos garantizados de renta fija, los garantizados de renta variable no garantizan necesariamente una determinada rentabilidad. Incluso puede ocurrir que el partícipe que invierta en este tipo de productos sufra una pérdida al final del plazo de garantía, en caso de que el fondo garantice menos de un 100% del capital y que la parte variable no haya generado ganancias.

Por ello, lo primero que debe examinar el inversor es qué parte del capital estará seguro de recuperar en el peor de los casos.

¿Qué garantizan?

Lo que debe entender el partícipe que quiera invertir en un fondo garantizado es que la rentabilidad que puede conseguir no coincidirá nunca (salvo caso excepcional) con la revalorización obtenida por el activo subyacente. Primero, porque el fondo garantizado sólo asegura un determinado porcentaje de la subida de ese activo subyacente y, segundo (y más importante) porque el fondo garantizado, en la gran mayoría de los casos, sólo asegura un determinado porcentaje no de la revalorización total del activo subyacente sino de la revalorización media (generalmente mensual) de dicho activo.

¿Cómo calcular la rentabilidad media?

Cabe en primer lugar preguntarse qué es lo que significa exactamente una rentabilidad media mensual, cómo se calcula y qué impacto tiene sobre el partícipe de un fondo garantizado de renta variable.

Antes de todo, no debemos confundir la rentabilidad media mensual con la media de las rentabilidades mensuales. Para explicarlo, lo más fácil es verlo con un ejemplo práctico. Tomemos, por ejemplo, el índice IBEX 35 desde el 31 de agosto del 99 hasta el 31 de marzo del 2000. Es fácil calcular que la rentabilidad total obtenida por este índice en el periodo considerado es del 22%. Para ello sólo necesitamos dos datos, el de inicio (9.808) y el de final (11.935). Ahora bien ¿qué es la rentabilidad media mensual? En teoría hay varias formas de calcular la media de una serie. Se puede calcular la media aritmética, geométrica, ponderada, etc... En lo que a fondos garantizados se refiere, se calcula generalmente la media aritmética y se utilizan datos mensuales (no necesariamente los datos de final de mes como lo que hemos elegido en este ejemplo sino que pueden ser por ejemplo lo datos a día 6 de cada mes). Pues bien, la media aritmética se calcula simplemente sumando todos los valores de la serie y dividiendo la suma por el número de datos. En nuestro ejemplo obtendríamos una rentabilidad media mensual del 11% (vea detalles del cálculo en el gráfico adjunto). En cuanto a la media de las rentabilidades mensuales, ésta es del 3,2%.



Como vemos la rentabilidad media mensual (11% en el caso de nuestro ejemplo) puede ser muy distinta de la rentabilidad total (22% en el ejemplo) obtenida por el índice en el periodo considerado.

¿Cómo se construye un fondo garantizado?

Conceptualmente es relativamente sencillo. Los fondos garantizados, contrariamente a lo que muchos podrían pensar no suelen invertir directamente en acciones.

En efecto, la mayor parte del patrimonio de un fondo garantizado de renta variable está invertido en renta fija a un plazo que coincide más o menos con el vencimiento de la garantía del fondo. ¿Por qué? Porque con esa parte de renta fija el fondo va a poder hacer frente a su compromiso de preservación del capital o de una parte de ese capital. Es decir si un fondo garantizado de renta variable asegura, por ejemplo, que el partícipe, como mínimo, va a recuperar el 100% de su capital, entonces invertirá un porcentaje de su cartera en renta fija de tal forma que a vencimiento el valor liquidativo del fondo no sufra ninguna caída.

Veámoslo con un ejemplo real. Tomemos, por ejemplo, el caso del BBVA Euroíndices 5 Garantizado FIM. Este es un fondo garantizado (referenciado a una cesta de índices) que se comercializó en mayo del 2001 y con vencimiento en septiembre del 2004. El plazo de la garantía es, por lo tanto, de unos 3 años y medio aproximadamente. Pues bien, si examinamos detalladamente el folleto de este fondo podemos encontrar dentro del apartado “Política de inversión” el siguiente comentario.

“Para conseguir el objetivo de rentabilidad, la Sociedad Gestora ha previsto un plan de inversión que consiste en la combinación de una cartera de renta fija pública y privada constituida inicialmente por valores españoles, italianos y alemanes (...) que representarán un porcentaje del 88,70% de la cartera y que a vencimiento del periodo supondrá, junto con la liquidez del Fondo, el 100% del valor inicial (parte fija del objetivo). La duración de la cartera será de 3,53 años (...).”

Evidentemente, si el fondo en vez de garantizar el 100% del valor liquidativo inicial sólo garantiza el 95%, entonces el porcentaje de la cartera a invertir en renta fija será menor.

El resto de la cartera se invertirá en instrumentos derivados (generalmente opciones call) para obtener la parte variable de rentabilidad. Una opción es simplemente un contrato que da el derecho, aunque no la obligación, a su poseedor bien a comprar (opciones del tipo call) bien a vender (opciones del tipo put) un determinado activo subyacente (acción, índice, cesta de índices,...) a unas determinadas condiciones de precio, vencimiento y volumen. Su gran ventaja para la construcción de fondos garantizados es su “efecto apalancamiento”. Es decir, con una pequeña inversión uno puede conseguir (en caso de acercar con el movimiento del activo subyacente) una rentabilidad mucho mayor que si hubiera invertido directamente en el activo subyacente.

La influencia de los tipos de interés

Como podemos entrever el nivel de los tipos de interés tiene una influencia directa en la construcción de un fondo garantizado.

Es evidente que los tipos de interés tienen una influencia clara sobre la parte de preservación del capital. En efecto, a menor tipo de interés, mayor deberá ser la parte invertida en renta fija para garantizar la parte de preservación de capital. Esto es fácil de entender. Supongamos por ejemplo que los tipos de interés a 2 años se sitúan en el 6% anual. Eso significa que si un fondo quiere garantizar el 100% del capital invertido a un plazo de dos años tendrá que invertir el 89% de su cartera en renta fija a dos años (al 6% anual) y el resto (el 11%) dedicarlo a opciones. Supongamos ahora que los tipos a 2 años no estén en el 6% sino más bien en el 4% anual (como actualmente). En este caso, el fondo deberá invertir el 92% de su cartera en renta fija a dos años para asegurar que el partícipe vaya a recuperar como mínimo el 100% del capital invertido. En consecuencia sólo podrá destinar el 8% de su cartera a la compra de opciones.

Esto tiene un impacto directo sobre la parte de rentabilidad garantizada. En efecto, si un fondo garantizado dedica, por ejemplo, el 10% de su cartera a la compra de opciones con las que puede garantizar el 60% de la rentabilidad media mensual de un determinado índice, entonces, si en vez del 10%, puede disponer del 15% para la compra de opciones, esto le permitirá garantizar un porcentaje mayor (un 90% en vez del 60%) de la rentabilidad media garantizada.

Por último el nivel de tipos de interés también tiene su influencia en el precio de las opciones ya que, por ejemplo, caídas en los tipos de interés reducirán el valor de la opciones call.

En el próximo artículo analizaremos las consecuencias que tiene para el inversor el hecho de que los fondos garantizados de renta variable calculen la rentabilidad garantizada en función de la revalorización media mensual y no de la revalorización total del índice o de los índices subyacentes.

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Sobre el Autor

Fernando Luque

Fernando Luque  es el Senior Financial Editor de www.morningstar.es

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