Deseando que el año 2021 sea el año en el que hayamos vencido a la pandemia del coronavirus, me gustaría remitir algunas peticiones de los inversores europeos (y españoles más especialmente) en fondos de inversión y fondos cotizados en bolsa o ETFs.
En primer lugar, aunque tengamos que celebrar que la reglamentación europea Mifid 2 haya supuesto un paso adelante a nivel de transparencia de costes de los fondos para los inversores europeos, aún queda mucho margen por mejorar. Sigo viendo muchas gestoras que no han comunicado a sus partícipes los costes de transacción o los costes derivados de los análisis externos que utilizan para construir sus carteras. Aunque es un ciertamente coste pequeño en comparación con la comisión de gestión, no deja de ser un gasto que afecta directamente a la rentabilidad de los productos y como tal el consumidor tiene derecho a saber cuánto les están cobrando por estos servicios.