El mercado de fondos de inversión no está atravesando su mejor momento. Según los últimos datos disponibles el dinero no afluye con alegría a los fondos. Incluso, desde principio de año, el patrimonio total ha experimentado una ligera caída (en torno a un 3%, lo cual tampoco es para dramatizar teniendo en cuenta la situación de los mercados) y las únicas categorías que se salvan de la quema son los FIAMM y los fondos de renta fija. Evidentemente la falta de confianza por parte de los inversores se debe tanto a la inestabilidad que viven actualmente los mercados y su falta de dirección como a las pérdidas sufridas por muchos de estos partícipes durante el año pasado. Muchas heridas en efecto aún no han cicatrizado. Ahora bien, s
i alguien me preguntara si es buen momento para invertir en fondos de inversión le respondería con toda franqueza que sí. En realidad siempre es buen momento para invertir en fondos de inversión.
En primer lugar porque siempre existe una categoría o un tipo de fondos que se adapte a las necesidades del inversor y eso independientemente del momento de mercado en el que nos encontramos. Si, por ejemplo, lo que quiere es invertir una parte de su ahorro pero sin asumir el más mínimo riesgo los FIAMM le vendrán como anillo al dedo. Si, por el contrario, lo que pretende es constituir a medio o largo plazo un pequeño capital para la futura educación de sus hijos combinado una rentabilidad aceptable con un riesgo controlado entonces quizá encuentre en los fondos mixtos (invertidos tanto en acciones como en obligaciones) lo que está buscando. Pero si lo que le preocupa es su futura jubilación y desea desde ahora mismo invertir una parte de su ahorro para complementar su futura pensión, sin mirar el día a día de los mercados, entonces un buen fondo de acciones es probablemente la opción más indicada. Como vemos cada inversor puede encontrar dentro de la amplia gama de fondos de inversión el que más se adapte a sus objetivos y necesidades.
Claro, que lo ideal sería poder comprar un fondo de acciones cuando las bolsas estén a punto de rebotar y salirse de ellos para refugiarse en un fondo de dinero justo antes de que se produzcan los recortes. Desgraciadamente, esto ni yo ni nadie puede hacerlo de forma sistemática. Algunas veces acertaremos y otras muchas fallaremos. Como ilustramos en el capítulo 5 de nuestro ABC de los Fondos intentar adivinar el mercado es una práctica que puede resultar muy costosa a largo plazo. En el mundo de las inversiones todo parece fácil... a posteriori. “Si el año pasado hubiera invertido en este fondo hubiera sacado tanto...” Es una reflexión que he oído muchas veces entre los inversores. Pero cuando uno deja de mirar en el retrovisor y vuelve a la realidad diaria todo se oscurece. Siempre hay argumentos para comprar y argumentos para vender. Así son los mercados y así seguirán siendo. Por ello la mejor forma de invertir en fondos (y una de sus principales ventajas frente a otras formas de inversión) es hacerlo poco a poco olvidándose de los vaivenes diarios de los mercados y siguiendo un plan de ahorro preestablecido. En cuanto al fondo o al tipo de fondo que más le conviene, la elección dependerá, entre otros factores, de su objetivo, de su horizonte de inversión y de su perfil de riesgo.