Para novatos: ¿Por qué invertir en un fondo de inversión?

Iniciamos este curso sobre fondos de inversión con algunos conceptos clave de lo que son.

Fernando Luque 26/09/2011
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La idea básica de un fondo de inversión es muy simple. Se trata simplemente de reunir el patrimonio de muchos inversores (los partícipes del fondo) para invertirlo en función del objetivo que tenga establecido. Puede así invertir en acciones (hablaremos de un fondo de acciones), en bonos (hablaremos de un fondo de renta fija), o en una mezcla de acciones y bonos (hablaremos de un fondo mixto). El dinero que el inversor ha depositado en el fondo es gestionado por una entidad gestora (que cobrará comisiones por ello; es la comisión de gestión) y los títulos que compra el fondo (ya sean acciones o bonos) estarán depositados en una entidad depositaria (que también cobrará una comisión por ese trabajo; es la comisión de depósito).  

La pregunta que puede hacerse el inversor particular es por qué invertir en un fondo de inversión. Veremos a lo largo de este curso todas las ventajas que tienen los fondos, pero sin duda una de las razones de ser de los fondos es que facilitan enormemente el acceso a los mercados a los inversores. Uno puede evidentemente comprar directamente acciones en la bolsa, pero no es una tarea tan simple como parece. Primero habrá que decidir qué acciones comprar. Suponiendo que uno quiere comprar acciones que cotizan en la bolsa de Madrid, qué es mejor ¿comprar acciones de Telefónica, del Banco Santander o de Repsol? Lo normal es que el patrimonio que uno puede destinar a invertir en bolsa es relativamente pequeño, lo que conlleva el problema de elegir la compañía en la que uno quiere invertir. Luego, también hay el problema de saber en qué momento comprarlas, a qué precio comprarlas, qué cantidad invertir, cuando merece la pena venderlas, qué hacer con el dividendo en caso de que la compañía pague uno, etc…

Y en este caso nos hemos centrado en un caso relativamente sencillo: invertir en acciones españolas. Pero imagínese un inversor que quiere invertir en acciones de Brasil o de China. ¿Cómo podría hacerlo? ¿Comprando directamente acciones en las bolsas de estos países? Sí, es posible, pero resulta muy caro. El inversor que compra directamente acciones en bolsa debe pagar unas comisiones (o cánones bursátiles así como unas comisiones de custodia) que son más caras si uno opera en una bolsa extranjera que si lo hace en la bolsa española.

Pero hay determinados tipos de activos a los que el inversor particular prácticamente no tiene acceso directo. Pensemos, por ejemplo, en los bonos de países emergentes (veremos más adelante en qué consisten los bonos emergentes) o en los bonos de alto rendimiento (también veremos más adelante qué son estos bonos) o simplemente en bonos corporativos. En definitiva, hay muchos tipos de inversión a los que el inversor de a pié no puede acceder con facilidad o a un coste razonable, pero que a los que sí llegan los fondos de inversión.

Pero si me preguntan cuál es la mayor ventaja de los fondos, además del acceso a todas las clases de activos imaginables, yo diría que primero la diversificación que ofrecen al inversor (los fondos por ley deben invertir en un gran número de valores, lo que reduce el riesgo global de la cartera) y, sobre todo, la posibilidad de invertir pequeñas sumas de dinero a un coste razonable. Esta última es una ventaja pocas veces mencionada en los medios de comunicación y, sin embargo, tiene un gran valor. Primero, porque es un elemento claramente diferenciador respecto de la inversión directa. Uno puede conseguir una cartera diversificada invirtiendo directamente en acciones individuales, pero, a menos que uno disponga de un patrimonio muy importante, las compras de un valor en concreto deberán hacerse en un determinado momento y de golpe (para evitar pagar excesivos gastos; dicho de otra forma, no es lo mismo comprar 1 paquete de 1.000 acciones de Telefónica que 10 paquetes de 100 acciones). Mientras, en un fondo de inversión, uno puede escalonar las compras y fraccionarlas sin que eso suponga un aumento en las comisiones pagadas por el partícipe: el coste, en porcentaje, es el mismo que uno compre 1.000 euros o 10.000 euros.

 

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Sobre el Autor

Fernando Luque

Fernando Luque  es el Senior Financial Editor de www.morningstar.es

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