Dólar débil, euro fuerte: ¿quién se beneficia?

Aunque los efectos de un dólar débil sobre los fondos de renta fija invertidos en la moneda estadounidense son claramente negativos para el inversor español, el impacto sobre los fondos de renta variable es bastante más discutible y hasta cierto punto sorprendente.

Fernando Luque 11/07/2002
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A nadie le sorprenderá si afirmo que unas de las categorías de fondos más perjudicadas por las recientes caídas del dólar respecto al euro (casi un 13% desde principios de año) son las que reúnen a los fondos de renta fija en dólares. Según los datos que disponemos, los fondos monetarios en dólares acumulan pérdidas cercanas al 10% desde enero mientras que los fondos de obligaciones en esta misma divisa sufren caídas ligeramente inferiores, del orden del 7% en ese mismo periodo. En efecto, en estos fondos, el impacto de la divisa (al alza o a la baja) puede ser bastante más importante que el efecto de la depreciación o revalorización de los activos presentes en sus carteras.

Por lo tanto, para los partícipes de fondos de renta fija, la manera más eficaz de protegerse contra una c

aída del dólar es simplemente invirtiendo exclusivamente en la zona euro. Además, como indican los manuales de economía, un euro fuerte respecto al billete verde supone menores presiones inflacionistas para los inversores y consumidores de la zona euro ya que los productos importados en dólares (entre los que figuran los productos energéticos, como el petróleo, con gran influencia en los índices de precio al consumo) se abaratan por el efecto divisa. Estas menores presiones inflacionistas se traducen, a su vez, en menores presiones sobre los tipos de interés lo que, en definitiva, repercute positivamente sobre los fondos de renta fija de la zona euro (aunque, claro, las expectativas de inflación no son el único elemento que entre en juego en la rentabilidad de los fondos de obligaciones).

Pero si el efecto de un dólar débil sobre los fondos de renta fija es relativamente directo, el impacto sobre los fondos de renta variable es bastante más difícil de averiguar. Además, en este tema, se mezclan algunas creencias populares que no siempre tienen su reflejo en la realidad.

Una de esas creencias populares es que un dólar débil supone necesariamente unas bolsas bajistas (y lo contrario: que un dólar fuerte conlleva unos mercados al alza). En realidad, ningún estudio estadístico, puede confirmar esta idea.

Es fácil comprobar cómo a largo plazo, en los últimos treinta años, prácticamente no se observa correlación alguna entre la rentabilidad del dólar-euro (o dólar-marco alemán para el periodo anterior a 1999) y la rentabilidad de un índice como el S&P 500. Curiosamente, tampoco se observa correlación entre el S&P 500 y el dólar-yen. Por ejemplo, si tomamos como referencia el US Dollar Index, es decir, el índice que mide el comportamiento del dólar respecto a una cesta compuesta por las principales divisas del mundo, el coeficiente de correlación entre este índice y el S&P 500, desde enero de 1974 hasta junio del 2002, es de apenas un 0,06 (comparado con una correlación perfecta de 1).

Además, pocas conclusiones claras se pueden sacar del análisis de los últimos periodos bajistas del dólar (siempre medido por el índice US Dollar Index). Cada uno de ellos ha seguido un patrón distinto ya que las propias condiciones económicas y monetarias han sido altamente dispares. Caídas del dólar no siempre han coincidido con mercados bajistas, como ocurrió entre marzo del 85 y abril del 88, periodo durante el cual el dólar bajó casi un 40% mientras que el S&P 500 ganó un 45% (incluido el famoso crash de finales del 87). De la misma forma, a fuertes subidas del dólar no siempre han respondido los mercados con alzas similares, sino todo lo contrario. El mejor ejemplo lo hemos vivido estos dos últimos años. En efecto, muchos recordarán que el año 2000 fue bastante bueno para el billete verde, con una subida del 9% para el US Dollar Index, pero en ese periodo el S&P 500 sufrió un retroceso del 10%. Lo mismo ocurrió al año siguiente cuando el dólar se apreció en términos generales un 5% y el S&P 500 volvió a caer otro 13%.

Otra de las creencias populares, y centrándonos más concretamente en los fondos de renta variable, es también la idea de que si un inversor quiere evitar el riesgo divisa lo mejor es no invertir en ese área y centrarse exclusivamente en el zona euro. Puede parecer paradójico, pero quizá la mejor manera de protegerse contra una devaluación (gradual) del dólar puede ser precisamente invirtiendo en la bolsa norteamericana.

En efecto, es posible, por no decir probable, que un dólar débil perjudique a las grandes compañías europeas y beneficie, por el contrario, a las multinacionales americanas. Hay dos razones que apoyan este argumento. Primero, el hecho de que un euro más fuerte encarece las exportaciones de las compañías europeas al mismo tiempo que un dólar más débil favorece las exportaciones de las compañías norteamericanas. Segundo, el hecho de que muchas compañías europeas han aumentado fuertemente su exposición al área dólar a través sobre todo de compras directas de empresas norteamericanas (caso de Vivendi con Universal o de Deutsche Telekom con VoiceStream). Para ellas, un dólar débil tendrá como consecuencia directa una disminución de los ingresos en dólares, una vez reconvertidos a euros. De igual forma, las multinacionales estadounidenses verán mejorada su cuenta de resultados por la parte del negocio originado fuera de Estados Unidos.

Podríamos, por lo tanto, llegar a la conclusión de que en un contexto de euro fuerte y ateniéndonos exclusivamente al efecto divisa (otros temas son el de la valoración de las bolsas europeas frente a las estadounidenses y el de la confianza inversora a ambos lados del Atlántico) más valdría evitar los fondos de acciones europeas de gran capitalización y refugiarse en los fondos de large caps norteamericanos. Una conclusión, sin duda, que va a contracorriente de la opinión de la mayoría de gestores que prefieren hoy en día invertir en acciones de la zona euro frente a los de la zona dólar.
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Sobre el Autor

Fernando Luque

Fernando Luque  es el Senior Financial Editor de www.morningstar.es

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