Valerio Baselli: Italia ha votado “no” con un margen de 20 puntos en el referendum del domingo pasado sobre cambios constitucionales. Dada la magnitud de la pérdida, el primer ministro Matteo Renzi ha dimitido. Consideramos que esto no es ni un Brexit ni un momento Trump para los inversores europeos, ya que los políticos italianos han sido conscientes de este posible resultado desde el verano, y han sido claros sobre los próximos pasos necesarios.
Por supuesto, la inestabilidad política no es lo ideal, pero con 63 gobiernos en los últimos 70 años, lamentablemente esto no es nuevo para Italia, y veremos efectivamente el 64 en los próximos meses, probablemente después de haber cerrado la Ley de Presupuestos y alcanzado un acuerdo sobre la ley electoral.
En este contexto, no parece imposible el avance de un partido político anti-euro. La posible salida de Italia del Euro, un evento que se ha discutido en las últimas semanas, pero que nos parece muy poco probable, tendría consecuencias desastrosas para la Unión Europea en su conjunto, así como para el sistema bancario italiano, que tiene deuda italiana.
Por eso, ahora que tenemos los resultados, los analistas de Morningstar alientan a los bancos italianos (en particular al Monte dei Paschi di Siena y a UniCredit) a avanzar agresivamente con los aumentos de capital planificados y comenzar el camino de la reforma del sistema bancario.
Es probable que el resultado del referéndum aumente la volatilidad en el mercado de valores italiano en el corto plazo, pero eso no cambia nuestra opinión sobre los bancos italianos. Mediobanca sigue siendo nuestra idea más atractiva en el sistema bancario italiano. Creemos que está infravalorada en alrededor del 30% y que tiene una fuerte calidad de activos debido a una concesión de crédito conservadora y a sus menores costes operativos relativos. Al mismo tiempo, el banco ha racionalizado su balance reduciendo su dependencia de una financiación de deuda más cara, reemplazándola por depósitos minoristas más baratos.