Los contrastes de la City

La economía británica crece más que la de la Europa continental. Pero los beneficios de las empresas de la Eurozona son mejores. Para Tony Dolphin, responsable de estrategia de Henderson Global Investor, todo depende de la coyuntura internacional.

Sara Silano 01/06/2005
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Han pasado pocas semanas desde las elecciones en Inglaterra. ¿Piensa que la reelección de Tony Blair puede tener algún impacto sobre los mercados?

No lo creo. La victoria del partido laborista con una mayoría limitada era ampliamente esperada y descontada por las cotizaciones de las acciones. Como los demás mercados occidentales, el mercado británico depende en gran medida de la marcha de la economía norteamericana y, de forma más general, de la coyuntura internacional. En este sentido, pensamos que la ralentización durará algunos meses más, pero a final de año, la situación debería mejorar en beneficio de las bolsas, incluida la inglesa, que podría revalorizarse un 10% en el segundo semestre.

¿Cuál es su visión sobre la economía británica?

La economía del Reino Unido ha sido más fuerte que la de la Europa continental, por su mayor sensibilidad a los bajos tipos de interés. Cuando el Banco de Inglaterra redujo sus tipos de interés en 2001, en una fase de ralentización de la coyuntura mundial, el gasto de consumo se mantuvo, evitando un debilitamiento del crecimiento. Además, el gobierno ha tenido un mayor margen de maniobra para flexibilizar la política fiscal respecto al resto de Europa, lo que ha favorecido el crecimiento.

¿Entonces la situación es mejor respecto al resto del continente?

Se estima que el producto interior bruto del Reino Unido podría crecer un 2% en el 2005 y en el 2006, frente a menos de un 2% para la Eurozona. Los efectos de la política fiscal se están atenuando, pero la economía continúa a expandirse, aunque a ritmos más moderados.

¿Hay que dar preferencia a la bolsa inglesa respecto a las bolsas de la Europa continental

Preferimos los mercados de acciones continentales, a pesar de que exista una elevada correlación entre Wall Street y la bolsa de Londres. En Inglaterra, existe el riesgo de una desaceleración del mercado domestico, con la consiguiente reducción del gasto de consumo, y, por lo tanto, de un empeoramiento de los beneficios empresariales. Por el contrario, las sociedades cotizadas en los mercados continentales parecen estar en posición de conseguir buenos beneficios en un contexto de debilidad económica, gracias a los procesos de reestructuración y reducción de costes.

Tras las elecciones, se espera una aceleración de la introducción de los fondos inmobiliarios. ¿Piensa que el mercado inmobiliario puede beneficiarse del lanzamiento de estos productos?

Las principales ventajas son la transparencia y la eficiencia fiscal. El accionista percibe directamente los rendimientos y ganancias de capital, que es como si hubiera invertido directamente en el inmueble.

¿Los beneficios son sólo de tipo fiscal?

También existen otras ventajas. La obligación de distribuir dividendos hace que los fondos inmobiliarios sean atractivos para aquellos inversores que buscan rendimientos. Además, son instrumentos líquidos ya que cotizan en las principales bolsas y distintos de los tradicionales vehículos de inversión inmobiliaria. Otro aspecto positivo es la diversificación de las carteras, a nivel geográfico y de tipos de inmuebles, que permite reducir el riesgo. Por último, no hay que minusvalorar el hecho de que están gestionados por expertos profesionales.
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Sobre el Autor

Sara Silano

Sara Silano  è caporedattore di Morningstar in Italia

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