El gestor, Andrew Arbuthnott, incluye en su cartera a una treintena de valores de elevada calidad, pertenecientes sobre todo a los sectores de servicios financieros y bienes industriales, que considera atractivos tanto por valoración, como por solidez del balance, por la situación competitiva y la
calidad del equipo gestor. El enfoque, según explica el propio gestor, es rigurosamente “bottom up” (de abajo hacia arriba) y basado en el análisis fundamental. La sobre o infraponderación de los distintos países son fruto exclusivamente de la selección de títulos a nivel individual.
Debido a la elevada concentración de la cartera, la distribución sectorial es simplemente el resultado de la selección de los títulos, la cual se realiza en base al análisis de las compañías individuales. En este aspecto, el gestor estima que existen pocas oportunidades en los sectores de hardware y de semiconductores ya que, a su juicio, los niveles de crecimiento ya están incorporados en los precios. El gestor se mantiene alejado de los grandes valores británicos y prefiere las compañías francesas, irlandesas y alemanas.
En conjunto, la visión que tiene de las bolsas del viejo continente es positiva al ofrecer valoraciones atractivas y altas rentabilidades por dividendo. Además, Arbuthnott estima que una eventual ralentización del crecimiento económico ya está incorporada en las cotizaciones.
A pesar de la elevada concentración de la cartera, el fondo tiene un perfil de riesgo en línea con la media de la categoría de renta variable europea de gran capitalización. En los últimos tres años, la volatilidad, medida por la desviación típica de los rendimientos, se ha situado en el 17,7%.