La cartera está construida a través de un proceso basado en el stock picking o selección de valores. En cuanto al estilo, es mixto en el sentido de que buscamos títulos baratos pero que tienen potencial de crecimiento.
Los diez mayores valores representan en torno a un 40% de la cartera, pero, a pesar de esta concentración, mantenemos un fuerte control de la volatilidad. Esto es posible debido a que invertimos en títulos de calidad, con potencial para fuertes crecimientos de resultados pero que muchas veces están olvi
dados por el mercado.
¿Qué valores de calidad está buscando para su cartera?
Las primas en términos de múltiplos para los títulos de crecimiento de calidad se han reducido de forma dramática, lo que ha permitido aumentar la calidad de los valores presentes dentro de la cartera del fondo. Creemos que el crecimiento económico mejorará, aunque de forma moderada. En este contexto, buscamos valores que puedan proporcionar beneficios a unos ratios razonables. Las valoraciones son importantes, pero no determinantes. En todo caso, consideramos que las altas valoraciones de los títulos tecnológicos hacen difícil mantener una posición significativa dentro de este sector.
¿Prevé para este año un escenario distinto o un escenario de continuidad?
En el 2003, hemos asistido a una fase de consolidación en la industria, de aumento en la rentabilidad sobre el capital invertido y de mejora en los balances de resultados. Estos han sido los factores clave en las decisiones de inversión que nos han llevado a sobreponderar el sector de los bienes duraderos y en el sector de la ropa.
El año pasado, los valores de mediana capitalización se comportaron mejor que los blue chips. ¿Se ha aprovechado el fondo de esta tendencia?
Hemos invertido en empresas de mediana dimensión y en aquellas con una capitalización comprendida entre 1.000 y 5.000 millones de dólares. Pero la mayor fuente de rentabilidad provino de la selección de valores, y, en particular, de los valores de telecomunicación, de consumo duradero y del sector salud en los que mantuvimos una sobreponderación respecto al benchmark.
Menos rentable fue la estrategia de invertir en títulos del sector de la distribución así como la decisión de infraponderar los valores tecnológicos en la cartera.