Nota: Este artículo no constituye una recomendación de compra o de venta de los productos mencionados. No soy asesor financiero. Las ideas mencionadas son ideas personales y no tienen por qué coincidir con la opinión de Morningstar.
Allá por el mes de mayo, cuando compré este ETF, escribía lo siguiente: “creo que la recesión que vamos a sufrir a nivel mundial tendrá como consecuencia una deflación a corto plazo. A medio plazo no estoy tan seguro de que esta afirmación e, incluso, pienso que no es descartable una reactivación de la inflación, pero eso lo dejaremos para más adelante. En el horizonte cercano lo más probable es que tengamos deflación o, por lo menos, una inflación muy baja (que ya la teníamos antes de la pandemia)”. Puede que haya tenido razón, pero, como se suele decir, en inversiones lo importante no es tener razón sino ganar dinero. Es lo único que cuenta. Y lo que cuenta ahora es que se están oyendo ruido de tambores de subida de inflación que han hecho que los tipos americanos hayan subido y afectado negativamente a los bonos a largo plazo.