La semana ha sido en general negativa para las principales plazas bursátiles del mundo, pero no tanto como la semana anterior. Hubo, sin embargo, una excepción importante: el mercado americano. El índice Morningstar US Market consiguió terminar la semana con una ligera ganancia en dólares estadounidenses, del 0,4%, aunque en euros sufrió una caída del 2,5%. Esto indica que el dólar americano perdió cerca de un 3% frente al euro a lo largo de la semana. En general, el euro se mostró muy fuerte respecto a las principales divisas exceptuando el franco suizo que ganó un tímido 0,2%.
En Europa las caídas superaron el 3%: el índice Morningstar Eurozone se dejó un 3,1%. Italia fue el mercado más afectado, con un descenso del 5,8%. En el caso español, el índice Morningstar Spain se dejó un 4,0% en la semana.
El comportamiento de los mercados emergentes fue muy dispar de un país a otro. China fue, sin duda, uno de los mejores: el índice Morningstar China consiguió anotarse una subida del 0,9% en moneda local, pero en euros el índice registró una caída del 1,3%. México también logró terminar la semana en positivo si lo medimos en pesos mexicanos (un 0,3%), pero la fortaleza de la moneda europea hizo que el índice perdiera un 4,1% en euros. Entre los mercados más afectados, encontramos al brasileño: en divisa local el índice Morningstar Brazil se dejó un 5,3%, pero la pérdida superó el 10% en euros.
En los mercados de renta fija, vimos subidas en el segmento de deuda pública (un 0,7%) y caídas tanto en el segmento de deuda corporativa de calidad (un 0,1%), como en el segmento de high yield (0,9%).
No todos los sectores registraron pérdidas durante la semana pasada. De hecho, algunos presentaron ganancias importantes, caso del sector de minas de oro o el sector de servicios públicos que avanzaron un 7,9% y un 3,4% en euros respectivamente. Los más afectados fueron el de energía y el financiero, con caídas del 7,5 y 6,6% en euros respectivamente.
En lo que respecta a las principales materias primas, lo más destacable de la semana es la subida del oro (un 6,7% en dólares estadounidenses), pero sobre todo el desplome de los precios del crudo (un 8,9% y un 7,8% en dólares para el Brent y el West Texas respectivamente).
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