Sobre el papel los fondos mixtos flexibles lo tienen todo para triunfar. De ahí quizás el éxito que están cosechando a nivel de flujos de dinero. En los últimos 12 meses (a fecha de finales de septiembre) la categoría Morningstar de Mixtos Flexibles Globales había conseguido captar algo de más de 7.000 millones de euros a nivel europeo, situándose en la sexta posición a nivel de captaciones por categoría.
El atractivo de estos fondos también se debe a la potencial flexibilidad de sus carteras. Pueden cambiar libremente su distribución de activos para adaptarse de la mejor manera posible a los vaivenes de los mercados. Pueden, por ejemplo, reducir drásticamente su exposición a la renta variable si el gestor considera que las valoraciones de las bolsas están en niveles poco atractivos. Dentro de la renta fija puede privilegiar determinados segmentos en lugar de otros con el fin de sacar la máxima rentabilidad, siempre teniendo en cuenta el riesgo asumido. Sin embargo, si comparamos la evolución de la media de esta categoría con un índice estándar compuesto por 50% de renta variable global y 50% de renta fija global (es el índice compuesto que utilizamos en Morningstar para comparar el comportamiento de esta categoría), el resultado es bastante pobre.
Como muestra la siguiente ilustración, los fondos mixtos, en su conjunto, no han sido capaces de batir a ese índice de referencia en casi ninguno de estos últimos 10 años (el año 2007 fue la única excepción). Y eso que la volatilidad durante ese periodo no ha sido significativamente mayor en el caso del índice de referencia. Ahora bien, que la categoría presente unos resultados decepcionantes no significa que no haya fondos interesantes (y, además, españoles) como los que destacamos a continuación.