PERSPECTIVAS: El agua como inversión

Hans Peter Portner, gestor de Pictet Funds Water, nos explica que el agua ofrece interesantes oportunidades de inversión.

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Cuando Pictet lanzó en el año 2000 el primer fondo del mundo especializado en el sector del agua muchos se mostraron escépticos. En aquel momento los inversores estaban sufriendo la fiebre de Internet y precipitándose hacia la burbuja “punto.com”. El agua pertenecía a la “vieja economía” y su ocho por ciento de crecimiento a largo plazo resultaba demasiado aburrido. La burbuja estalló y una década de cambio climático, aumento de emisiones de CO2 y necesidad de explotación sostenible de recursos naturales vitales ha ayudado a ver oportunidades relacionadas con medio ambiente. El agua es tema apasionante después de todo.

Hay "estrés del agua"

A menudo en un intento de establecer relación con el oro negro –petróleo- se describe el agua como oro azul. Esta comparación no es muy acertada. Las reservas de petróleo están disminuyendo y el mundo tratando de desarrollar alternativas. Pero el agua es irremplazable. Sin agua no puede haber vida y la buena noticia es que hay suficiente para todos. Su ciclo es un circuito cerrado (de la tierra a los ríos y océanos y de ahí al aire y de nuevo a la tierra). Además su cantidad es estable. La mala noticia es que sólo 0,25 por ciento de reservas de nuestro planeta “azul” es utilizable directamente. El resto es mar, glaciares y residuales. Para empeorar las cosas las zonas muy pobladas con mayor crecimiento están en las regiones más calientes y áridas. Los sistemas de abastecimiento deben recorrer grandes distancias y no resulta barato. Las reservas están sobre-utilizadas, contaminadas y desperdiciadas. En otras palabras hay "estrés del agua".

Muchas personas siguen considerando el agua un bien gratuito, con consecuencias fatales. Los precios excesivamente bajos significan que los recursos para preservar y ampliar infraestructuras son escasos. Hace años sólo los expertos comentaban los problemas relacionados con agua. Sin embargo a consecuencia de infraestructuras hídricas obsoletas ha habido drásticos brotes de enfermedades como la epidemia de parásitos criptosporidia en Milwaukee en 1993 que provocó un centenar de muertes o disputas por el uso de recursos hídricos como el trasvase desde el norte de California a Los Angeles. Hoy en día concierne a toda la sociedad a nivel mundial.

Gobiernos e industria están afrontando el reto

China ha declarado que el agua es un recurso estratégico y tiene previsto invertir miles de millones en infraestructuras para no poner en peligro sus ambiciosas metas económicas. No menos importantes son los esfuerzos por atenuar conflictos sociales y políticos por la migración. En la mayoría de países en desarrollo e industrializados habrá que gastar enormes cantidades para mantener las infraestructuras o construir nuevas instalaciones.

Muchísimo dinero está en juego. El endurecimiento de normativas en la UE dará lugar a inversiones en infraestructura y tecnologías del orden de 350.000 millones de EUR entre 2006 y 2025. EEUU tiene previsto invertir cerca de 900.000 millones de dólares hasta 2019. Sin embargo muchos países, con un nivel sin precedentes de deuda, no están en condiciones de hacer estas inversiones por sí mismos. Pero empresas de tecnología y servicios medioambientales ofrece soluciones y la externalización puede aliviar la carga del Estado. Se trata de un mercado con un volumen de negocio anual de 260.000 millones de dólares que crece al siete por ciento anualmente. En 2015 las empresas privadas abastecerán agua al 16 por ciento de la población mundial. Inglaterra y Francia ya se consideran buenos ejemplos de mecanismos de fijación de precios equilibrados que permiten ofrecer servicios completos y de calidad a precios aceptables. Estos proveedores, como la francesa Veolia Environnement, dependen a su vez en gran medida de la externalización industrial, que representa cerca del 30 por ciento de su negocio, desde fabricantes de automóviles (como Renault) a empresas químicas y farmacéuticas (BASF y Wyeth) y fabricantes de productos alimenticios (Nestlé).

A lo largo de los próximos años la acción se desarrollará en China, India, Sudamérica y Oriente Medio, regiones en las que queda mucho por hacer. En Europa y en EE.UU. la externalización industrial será fuente de crecimiento. Se asignarán proyectos complejos de infraestructuras a empresas proveedoras y las empresas de tecnología competirán duramente entre ellas. Un número limitado de actores tendrá que dividir capacidades entre países industrializados y en desarrollo. Es evidente que hay exceso de demanda y los precios tendrán que subir inevitablemente.

El agua es un servicio

El agua no es mercancía, sino servicio y una inversión para los nietos. Hay mucha y gratuita, pero no en el lugar adecuado y calidad deseada. Faltan las tuberías y red de distribución, un servicio que hay que pagar. 

El tratamiento de aguas residuales puede crecer más rápido que el suministro de agua potable debido a elevadas inversiones privadas y se le puede dedicar el 40 por ciento de la inversión en agua. La mayoría de ese crecimiento puede provenir del sudeste de Asia. De hecho los mercados emergentes probablemente mostrarán tasas de crecimiento más altas que en Europa y América del Norte, donde las infraestructuras de agua está muy deterioradas pero no son prioridad.

Por otra parte la tecnología de agua y fabricantes de equipos típicamente rebotan en la recuperación económica pero a largo plazo los servicios públicos tienen márgenes de beneficio más sostenibles sin estar compitiendo en precios. En cuanto a fabricantes de agua embotellada sus ventas han estado disminuyendo en países desarrollados con preocupaciones sobre impacto medioambiental del embalaje y transporte, así como existencia de marcas genéricas más baratas. El tema de inversión es todavía válido pero más para marcas regionales que globales.

La industria de agua no es inmune a la actividad económica general, especialmente el segmento de tecnología del agua. Sin embargo la reciente adquisición de Millipore a 14 veces su beneficio antes de amortizaciones e impuestos y cuatro veces sus ventas está en consonancia con lo pagado por GE, Siemens y 3M en este sector y confirma el atractivo estratégico y prima requerida para el control de estos activos. Con la mejora económica conviene centrarse en empresas con exposición a aguas municipales y de China. Conviene aprovechar oportunidades en segmentos cíclicos en caso que el mercado descuente un escenario demasiado bajista. En cualquier caso es recomendable un equilibrio entre empresas de servicios de agua poco volátiles y de tecnología cíclicas.

Hans Peter Portner, gestor de Pictet Funds Water

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