Mellon Global Bond Portfolio

Una adecuada utilización de los derivados para gestionar la volatilidad es la estrategia seguida por Stuart Cowley, gestor del fondo desde el 2001, que también apuesta por la diversificación a nivel de divisas para conseguir ganancias adicionales.

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La cartera del Mellon Global Bond, gestionada por Stuart Cowley desde el año 2001, consiste en una mezcla de liquidez, bonos e instrumentos derivados.

En este fondo de rating cuatro estrellas, el gestor persigue una estrategia activa posicionándose sobre la curva de tipos, pero utilizando igualmente la diversificación por divisas y por países, una variable estratégica para obtener rendimientos adicionales. La tarea no es fácil, teniendo en cuenta el escenario de bajos tipos de interés presente actualmente en el mercado de renta fija a nivel mundial.

La estrategia más utilizada por Cowley es la diversificación por divisa y por país

. La cartera está posicionada para aprovecharse de una eventual caída del dólar en los próximos meses, mientras que la exposición a las demás divisas se concentran en el euro, la libra esterlina y en aquellas monedas ligadas al petróleo como la corona noruega.

La exposición a Australia y a Nueva Celanda, en virtud de su cercanía con Asia, representan cerca del 5% de la cartera, al mismo tiempo que está claramente infraponderada en yenes japoneses, ausente en la cartera, mientras que su peso en el índice alcanza el 26%.

La cartera está compuesta por poco más de una veintena de títulos, elegidos dentro del índice JP Morgan Government Bond Index, el índice de referencia. Además, el gestor tiene la posibilidad de invertir hasta un 10% del patrimonio en países distintos no representados en el benchmark. Hungría, Polonia, Nueva Celanda y Noruega son, por ejemplo, las apuestas monetarias fuera del índice de referencia.

Para Cowley, la nueva legislación europea UCITS, que permitirá a los fondos invertir un mayor porcentaje en productos derivados e instrumentos alternativos, abre la puerta a una nueva forma de proteger al cliente y poner la cartera a resguardo de la volatilidad presente en los mercados. El gestor, desde luego, hace un uso importante de los derivados, a través de opciones call sobre bonos.

Las ventajas residen en el hecho de que si el mercado sube, el fondo se beneficia de ello, pero si baja, la pérdida queda limitada al precio de la opción. “Una estrategia”, explica el gestor,” que puede costar un 0,1% al fondo y que es útil cuando los mercados se mueven rápidamente y aumenta la incertidumbre a corto plazo”.

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Sobre el Autor

Maria Grazia Briganti  She has been editor & analyst of Morningstar Italy                                                             

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