El Banco Central de Japón acapara toda la atención

La designación de un nuevo responsable para el Banco Central de Japón, prevista para el próximo 19 de marzo, es la última esperanza de los inversores en el país del sol naciente. El final del año fiscal, el 31 del mes que viene, también puede originar subidas en el mercado nipón.

Jonas Lindmark 12/02/2003
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En el pasado mes de enero, la bolsa de Tokyo alcanzó un nuevo mínimo histórico de los últimos 19 años. Fue el cuarto mínimo en cuatro meses para el índice MSCI Japón (medido en yenes), cada uno inferior al precedente. Esto, añadido al hecho de que el yen se ha depreciado tanto respecto al euro como respecto al dólar, explica el porqué los fondos invertidos en acciones japonesas están en sus mínimos históricos.

Sentimiento de los inversores

Durante el 2002, los inversores se vieron, una vez más, defraudados cuando la recuperación económica que se registró en primavera empezó a perder fuelle y cuando

las reformas fueron postponiéndose. Los inversores extranjeros están continuamente sorprendidos por la falta de sentido común que hay entre los políticos japoneses en temas como la sobrecapacidad, la morosidad bancaria, el comercio exterior, la inmigración o las inversiones en infraestructuras.

Lo curioso es que después de tantos años de caídas sigue habiendo esperanzas. El último argumento de los optimistas es la designación de un nuevo gobernador para el Banco Central. Masaru Hayami cumplirá, en efecto, el próximo 19 de marzo, su mandato de cinco años al frente de la institución y el primer ministro Junichiro Koizumi ya ha anunciado que un nuevo responsable será nombrado el 20 de febrero. Hace un mes Koizumi prometió que iba a elegir a alguién que iba a luchar de forma más activa contra la deflación. Pero son muchos los inversores que dudan de que se atreverá a nombrar a alguién que quiera realmente utilizar todos los medios para generar inflación. En todo caso, la atención del mercado se centrará en este acontecimiento.

Perspectivas

Incluso si el gobierno japonés pone en marcha todas las reformas necesarias, los economistas coinciden en señalar que habrá que esperar al menos un año para ver los efectos positivos. Los inversores, sin embargo, siempre intentan mirar hacia el futuro y la historia nos indica que un mayor optimismo puede ser suficiente para dar alas al mercado nipón.

También hay que tener en cuenta que tanto el gobierno como las principales entidades financieras siempre han sido acusados de soportar las cotizaciones de las acciones cuando se va acercando el final del año fiscal, el 31 de marzo. Como el índice MSCI Japan ha caído un 23% en lo que vamos de año fiscal (hasta el 31 de enero), el sentimiento es que el potencial de subida es mayor que el riesgo de caídas adicionales.

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Sobre el Autor

Jonas Lindmark

Jonas Lindmark  has been editor and head of fund analysis at Morningstar Sweden since August 2000. Before that he was personal finance editor and designed fund ratings during 9 years at the weekly business magazine Affärsvärlden.

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