Cómo adaptarse a la próxima subida de tipos

Todo apunta a que la Fed subirá sus tipos de interés pero queda la duda de cuando y cuanto. A pesar de ello los fondos de renta fija siguen teniendo su interés y es incluso posible amortiguar el efecto negativo de una subida de tipos realizando aportaciones sistemáticas.

Fernando Luque 26/03/2002
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Crónica de una subida anunciada

Tras el reciente cambio de sesgo de la Reserva Federal en cuanto a su política monetaria (el sesgo pasa a ser neutral, es decir que existe un equilibrio entre las presiones inflacionistas y los riesgos derivados de una desaceleración económica), todos los analistas coinciden en que vamos sufrir subidas de tipos de interés en Estados Unidos.

Hasta cierto punto una subida de tipos de interés sería normal. Hay que tener en cuenta que los fondos federales (los fed funds) se encuentran en la actualidad (vea gráfico) en el 1,75%, el nivel más bajo de los últimos 40 años. He

mos asistido, en efecto, desde enero del 2001 (época en que los tipos estaban en el 6,5%) a 11 bajadas consecutivas de tipos de interés por parte de la Reserva Federal.



En particular, desde los atentados del pasado 11 de Septiembre los tipos han bajado desde el 3,5% hasta el 1,75% actual. Son muchos los analistas que consideran que esa rebaja ha sido, por decirlo de alguna forma, forzada por las circunstancias extraordinarias que vivió el país tras el ataque y que ahora toca recuperar los niveles de antes de los atentados.

Pero si bien es cierto que existe unanimidad en la opinión de que vamos a vivir próximas subidas de tipos de interés en Estados Unidos, existen serias dudas en cuanto al momento y a la amplitud de este movimiento.

Por una parte, es evidente que la economía norteamericana está dando señales positivas de recuperación económica pero, por otra parte (y eso mismo piensa Alan Greenspan, el presidente de la Fed), aún existen muchas incertidumbres en cuanto a los beneficios empresariales, el consumo doméstico, el exceso de capacidad de las empresas o el fuerte endeudamiento en la economía.

En definitiva, aunque es casi seguro que vayamos a tener subidas de tipos a corto plazo es poco probable que estan vayan a ser inminentes y explosivas. También conviene recordar que los niveles de inflación se encuentran en niveles francamente bajos (1,1% en Estados Unidos).

¿Y en la zona euro?

En la zona euro tampoco es probable una subida de tipos de interés a corto plazo (la tasa de inflación, en el 2,7%, también se encuentra relativamente controlada). Además el presidente del Bundesbank, Ernst Welteke, acaba de afirmar recientemente que los tipos de interés (actualmente en el 3,25%) no variarán en mucho tiempo, algo lógico si tenemos en cuenta que la economía de la zona euro se encuentra algo más deprimida que la de Estados Unidos.

Subidas en los tipos a largo

Ahora bien, mientras todo el mundo discute la posibilidad de que los bancos centrales endurezcan sus políticas monetarias, los tipos de interés a largo plazo (que no los fijan las autoridades monetarias sino los mercados según la ley de la oferta y la demanda) sí que están experimentado subidas.

Por ejemplo, los tipos de las obligaciones a 10 años (la referencia en materia de tipos a largo) han pasado en este mes de marzo del 5,1% al 5,4%. Esto evidentemente ha hecho retroceder a los fondos de renta fija a largo plazo (la categoría de RF Bonos zona euro ha caído cerca de un 1% en ese periodo).

En la categoría de fondos de renta fija siempre conviene hacer una distinción entre los que invierten a corto plazo, como los fondos monetarios o los de renta fija a corto plazo (cuya rentabilidad depende directamente del nivel de los tipos de interés a corto plazo y cuanto mayor esos tipos, mayor será la rentabilidad que obtendrán) y los de renta fija a largo plazo (cuya rentabilidad dependerá del nivel y movimientos de los tipos de interés a largo plazo).

Un fondo de renta fija, ¿para quién?

Teniendo en cuenta las previsibles futuras subidas de tipos de interés, conviene preguntarse a quién puede interesarle invertir en fondos de renta fija. Existen en realidad tres tipos de inversores a los que les puede convenir un fondo de renta fija.

Primero, tenemos aquellos partícipes, extremadamente conservadores, que no quieren de ninguna manera asumir el riesgo de la renta variable pero que por otra parte quieren obtener una rentabilidad algo por encima de la de las cuentas corrientes o incluso de las cuentas de alta remuneración (no olvide que la rentabilidad de un instrumento financiero siempre debe medirse después de impuestos y, en este aspecto, los fondos de inversión disfrutan de un excelente tratamiento fiscal si se mantienen más de un año). Para ellos, los fondos de renta fija les procura esa tranquilidad siempre y cuando la inversión se realice a varios años vista y se despreocupen de los altibajos diarios que puedan sufrir sus valores liquidativos.

Segundo, los fondos de renta fija pueden ser de gran utilidad para aquellos inversores que pretenden dar estabilidad a sus carteras compuestas de renta variable. Ya hemos indicado en varias ocasiones que para estas personas los fondos de renta fija ofrecen sin lugar a dudas una saludable diversificación a sus inversiones. Por lo tanto, para ellas e independientemente de que los tipos de interés suban, los fondos de renta fija tienen todo su interés.

Por último, también es posible encontrar algunos inversores que lo único que pretenden invirtiendo en renta fija es sacarle algo de rentabilidad especulando con una posible bajada de tipos de interés a largo plazo. Para estas personas, evidentemente, no es el mejor momento para apostar por los fondos de renta fija ya que como hemos dejado entrever más arriba existe una elevada probabilidad de que los tipos a largo sigan subiendo a corto plazo.

Amortiguando el impacto de los tipos

Dicho esto, existe una manera muy cómoda para el pequeño partícipe de amortiguar el impacto negativo de una subida de tipos de interés. Algunos dirán que lo mejor para evitar ese impacto es no estar invertido en fondos de renta fija o por lo menos permanecer en espera en fondos monetarios o de renta fija a muy corto plazo. Tienen razón pero, desgraciadamente, es imposible saber con certeza cuando y cuanto van a subir los tipos de interés.

Por otra parte, si uno está invirtiendo a largo plazo, debería en principio obtener una mayor rentabilidad a través de fondos de renta fija a largo plazo que no de renta fija a corto plazo ya que actualmente los tipos de interés a largo plazo se encuentran por encima de los tipos de interés a corto plazo. Por poner un ejemplo, hoy en día, las obligaciones del Tesoro español a 10 años ofrecen un tipo del 5,4% frente a un 3,8% para las letras del Tesoro a 12 meses o un 4,6% para los bonos a 3 años.

Por lo tanto, si uno quiere permanecer invertido en fondos de renta fija pero al mismo tiempo reducir el impacto negativo de futuras subidas de tipos de interés a largo plazo, una forma de conseguirlo es realizando pequeñas aportaciones periódicas, pero idénticas en su cuantía, a un fondo de esta categoría. De esta forma si los tipos suben (y, por lo tanto, el valor liquidativo experimenta caídas) lo que nos permite esta estrategia es comprar más participaciones a un precio más barato y diversificar el riesgo en función de los movimientos de los tipos. Al final habremos invertido a precios distintos y a tipos distintos y habremos evitado el riesgo de comprar en el peor momento (cuando los tipos están en mínimos).

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Sobre el Autor

Fernando Luque

Fernando Luque  es el Senior Financial Editor de www.morningstar.es

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