¿Cómo añadir valor a una cartera de renta fija?

Maes van Lanschot, director general de renta fija créditos de ING Investment Management, considera que los fondos de renta fija privada euro constituyen una excelente oportunidad para diversificar y añadir valor a una cartera de renta fija tradicional.

Fernando Luque 07/03/2002
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Hemos insistido muchas veces en que el mayor peligro para los fondos de renta fija tradicionales (me refiero a aquellos que invierten en deuda pública) es una subida de tipos de interés a largo plazo. Estas últimas semanas algunos fondos de bonos de la zona euro (sobre todo aquellos de más larga duración) han sufrido pérdidas superiores al 1% en el último mes. En ese periodo, en efecto, el tipo de las obligaciones a 10 años (la referencia en materia de tipos de interés a largo plazo) han experimentado una ligera subida (vea gráfico) pero suficiente para provocar esas pérdidas.



Por otra parte, siempre hem

os hecho hincapié en la necesidad de diversificar una cartera incluyendo fondos de renta fija (lea a este propósito el artículo “Conviene invertir en fondos de renta fija” pinchando aquí) pero los fondos de renta fija pública no son los únicos al alcance de los inversores.

Como indica Maes van Lanschot, director general de renta fija créditos de ING Investment Management que estuvo en Madrid en un seminario sobre “Oportunidades en Renta Fija para 2002”, organizado por ING, “una cartera que incluya sólo bonos gubernamentales no optimiza el rendimiento”. Por ello, recomienda añadir bonos corporativos (es decir bonos emitidos por empresas privadas).

A favor de este tipo de títulos de renta fija está el hecho de que nos encontramos actualmente en un escenario de tipos de interés históricamente bajos, lo que obliga a los inversores a buscar rentabilidades adicionales para sus carteras de renta fija.

También indica que las clásicas herramientas de diversificación, basadas en las diferentes divisas y los diferentes niveles de tipos de interés en los distintos países europeos, han desaparecido con la llegada de la moneda única europea. Esto también obliga a los inversores a buscar otro tipo de activos para diversificar sus carteras.

No obstante, Maes van Lanschot advierte del riesgo que supone invertir en este tipo de títulos (el potencial de subida está limitado como en todos los títulos de renta fija pero el potencial de bajada es casi ilimitado) y de su relativa iliquidez. Pero considera que estos problemas se ven ampliamente compensados por el rendimiento adicional que generan a medio y largo plazo.

En cuanto a las perspectivas para este año resalta primero que los fundamentales de las empresas están mejorando en línea con la recuperación económica y, segundo, que hay factores técnicos que benefician a los bonos corporativos de la zona euro (la demanda sigue fuerte pero se espera que disminuya el volumen de emisiones ya que, tras los últimos casos de dudas contables en Estados Unidos, las empresas están intentando sanear sus balances reduciendo sus deudas en la medida de lo posible).

Pero la amenaza más importante, añade, es la rebaja considerable de la calidad crediticia de algunos emisores. Este año 2002, indica, “ya hemos visto 3 ángeles caídos” (un ángel caído o “fallen angel”, en inglés, es una empresa de grado inversión que ve rebajado su rating debido a un empeoramiento de su calidad crediticia y pasa a ser de grado especulativo). “Estamos en un mercado muy volátil y uno debe estar seguro de lo que compra”.

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Sobre el Autor

Fernando Luque

Fernando Luque  es el Senior Financial Editor de www.morningstar.es

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