La semana pasada fue una semana negativa para la mayoría de las bolsas mundiales. Más concretamente en la Zona Euro, el índice regional, el Morningstar Eurozone index, cedió un 2%. Los principales mercados de la región acabaron evidentemente en negativo (los índices Morningstar France y Morningstar Germany perdieron un 2,5% y un 2,4% respectivamente), salvo el italiano que se anotó una ligera subida del 0,1%. El índice Morningstar Spain del mercado español recortó un 1,5% en la semana y es junto con el alemán uno de los mercados que menos suben en lo que llevamos de año (un 8,4% para el Morningstar Spain y un 8,3% para el Morningstar Germany frente a un 10,8% para el Morningstar Eurozone).
Al otro lado del Atlántico, el índice americano Morningstar US Market se depreció un 0,9% en dólares y un 0,6% en euros (lo que significa que el billete verde ganó algunas décimas frente a la divisa europea).
El yen también se apreció frente al euro. Ganó algo más de un 2%, lo que explica que el índice Morningstar Japan se apreciara un 3,0% en euros a lo largo de la semana.
Los mercados emergentes nadaron a contracorriente y consiguieron anotarse una ligera ganancia: el índice Morningstar Emerging Markets ganó un 0,4% en euros. Pero, de los principales mercados emergentes, destaca la fuerte caída registrada por el mercado brasileño: el índice Morningstar Brazil perdió un 5,1% en moneda local y un 6,7% en euros.
Si la semana fue negativa para muchos mercados bursátiles, no podemos decir lo mismo de los mercados de renta fija. Fue una semana bastante positiva, especialmente para el segmento de deuda pública y de deuda corporativa de la Eurozona que subieron un 0,9% y un 0,5% respectivamente.
La semana también fue convulsa para los principales sectores. Algunos cayeron fuertemente como el de biotecnología (-4,8% en euros) y el de finanzas (-3,0% en euros), mientras que mineras de oro consiguió anotarse una subida del 2,2% en euros.
Por último, en lo que respecta a las materias primas, la semana fue más bien tranquila, exceptuando la caída del cobre del 2,2% en dólares y la subida del platino del 2,0% en dólares.
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