En esta semana, más corta de lo habitual por la festividad de Semana Santa, las principales bolsas del mundo han acabado en negativo. El índice Morningstar Eurozone se dejó cerca de un 1%, con España e Italia liderando las caídas. Los índices Morningstar Spain y Morningstar Italy perdieron un 2,0% y un 2,4% respectivamente por culpa del sector bancario. El sector bancario de la Eurozona se dejó más de un 3% en la semana: Unicredit, por ejemplo, se dejó un 8,6%, Société Générale un 6,5%, Banco Santander un 5% e Intesa Sanpaolo un 4%, aunque el gran protagonista fue el Banco Popular que perdió cerca de un 25% en la semana.
Los otros grandes mercados mundiales como Estados Unidos y Japón también registraron descensos: el índice Morningstar US Market se dejó un 1,1% en dólares estadounidenses a pesar del buen dado de confianza del consumidor de la Universidad de Michigan y el índice Morningstar Japan un 1,4% en yenes japoneses (aunque la revalorización de la divisa nipona respecto al euro redujo la pérdida hasta el 0,2% en euros).
Los mercados emergentes resistieron algo mejor y terminaron prácticamente planos, con el índice Morningstar Emerging Markets registrando una rentabilidad nula en la semana, aunque mercados como el brasileño o el ruso terminaron con caídas del 2,5% y 2,7% en euros.
En general, los mercados siguen bajo la influencia de la incertidumbre geopolítica tras el ataque de Estados Unidos a Siria, los atentados en Estocolmo y en Alemania, y la creciente tensión en Corea del Norte. Las elecciones francesas también han vuelto a la actualidad con la subida en las encuestas del candidato de la izquierda, Melenchon (lo que podría explicar las pequeñas pérdidas, del 0,1%, sufridas por el índice de renta fija de deuda pública de la Zona Euro en la semana). Como consecuencia de toda esta incertidumbre el oro y el yen (como ya hemos mencionado) subieron en la semana. El metal amarillo, en particular, se apreció cerca de un 1%.